El campo no es el único que sufre, también las heladas empiezan a reflejarse en la ciudad, donde los consumidores de productos del campo, como verduras y granos, ahora deben pagar hasta el doble o el triple para consumirlos.
En centrales de abasto, mercados y tiendas comerciales, se pueden encontrar precios que se elevan por encima de las nubes, ocasionando bajas ventas para los comerciantes y menos consumo para los compradores.
Verduras como el tomate, la calabaza, el jitomate, el chayote, cilantro, lechuga y otros productos están doblando su precio, exigiendo más pesos a los consumidores para comer lo mismo y con menos calidad.
“La docena de lechuga estaba en 35 pesos, ahora cuesta 80 pesos, la caja de jitomate costaba 230 pesos, ahorita tenemos que pagar 300 pesos por ella, la calabaza es otro producto que se fue por los cielos, costaba 200 pesos la caja y se fue a 240”, enlistó José Guadalupe Pérez Andrade, comerciante desde hace 3 años.
Otro producto que dobló sus precios para el comerciante, fue el chayote, que de los 200 pesos alcanzó los 400 pesos por caja, mientras que, en la venta al consumidor, el manojo de cilantro paso de 8 a 20 pesos.
“Está todo bien caro, la gente mide ya lo que se está llevando, un kilo de jitomate costaba más o menos 8 pesos, y ahora tienen que pagar 13 ó 15 pesos, el tomate es el que está bien caro, estaba en 7 pesos y ahorita está a 25 el kilo, de la central para afuera, en las tiendas está en 28 pesos”, continúo.
Los precios no es lo único que preocupa al comerciante, pues el que los productos cuesten más no refleja calidad, pues la verdura llega deforme, grande, sin color y, mucha de ella, se queda, pues por el costo y la calidad, nadie la quiere comprar.
En opinión de Pérez Andrade, este aumento de precios se presta también para que los comerciantes abusen tanto de sus colegas como de los consumidores, al vender y comprar los productos que vienen del campo.
La verdura que viene importada de otros países, ayuda a disminuir el costo de la nacional, pero de todos modos, implica bajas ventas porque la calidad no siempre es la que le gusta al comprador.

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