En plena luz del día las lámparas de los portales Vicente P. Cano y Portal de las Flores del Palacio Municipal se encontraban encendidas cuando el reloj se acercaba a las 10 de la mañana y ante la falta de precaución el consumo de energía se incrementaría más de lo normal.
El descuido de los responsables de la iluminación se pudo apreciar a simple vista debido al resplandor que se originaba con luz naranja que se emitía de cada una de las lámparas.
En el lugar se encontraban más de 300 personas y niños preparádose para recibir el pago de becas municipales, situación que llamó la atención de los asistentes.
Más de uno de los testigos señalaron que es necesario que la atención de las personas de Alumbrado Público debe estar al cien por ciento a las actividades diarias, ya que cualquier detalle es apreciado por la ciudadanía que se encuentra al tanto de lo que acontece y de descuidos como éste que se aprecian a simple vista.

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