Más de dos mil personas se suman cada año el Viernes Santo al luto de la Virgen María por la muerte de su Hijo.
Salen a las calles de Celaya ataviados con particulares vestimentas, descalzos o con sandalias, y cargando consigo algún instrumento.
Sin emitir una sola palabra, marchan en un ambiente de solemnidad, respeto y cierto misterio que es admirado por otros miles de personas que se agolpan en las calles a presenciar su paso.
Es la Procesión del Silencio de Celaya, que cumple 50 años este Viernes Santo, y es la segunda más importante del País, después de la que se realiza en San Luis Potosí que la supera en número de participantes.
Este evento se ha convertido en todo un ritual que caracteriza a la ciudad, y que asombra a propios y extraños por la solemnidad con la que se efectúa y por sus características.
El origen
La Procesión del Silencio en Celaya se remonta al año de 1963, cuando se llevó a cabo la primera en la ciudad.
Orlando Puente Zubiaur, investigador del Museo de Celaya, Historia Regional, explicó que su origen exacto en la ciudad es todavía incierto.
Se sabe que un grupo de toreros celayenses que viajaban con frecuencia a Sevilla, en España -donde se realizan a la fecha varias procesiones-, vieron una de ellas y convocaron a sus conocidos a hacer la propia en Celaya.
Fueron invitados los cargadores del tren y de los mercados, y tuvieron el apoyo de los padres Carmelitas.
Así, con apenas un puñado de gente, se llevó a cabo la primera Procesión en la ciudad, en la que se dio una vuelta en el atrio del templo del Carmen con sólo dos imágenes cargadas: la de Nuestra Señora de la Soledad y la de Cristo.
En ese momento ya había tres cofradías instituidas que todavía permanecen: Nuestra Señora de la Soledad, El Santo Entierro, en la que participan sólo mujeres, y Los Penitentes.
Con el tiempo el número de participantes creció y el recorrido, pues al añadirse cofradías ya no cabían todas, por lo que se tuvo que ampliar hacia otras calles.
En la actualidad la Procesión del Silencio se lleva a cabo cada Viernes Santo en punto de las 7:00 de la noche, y tiene una duración de casi dos horas. Participan desde hace algunos años más de dos mil personas.
Aunque se tiene la idea de que los Carmelitas son quienes organizan el evento, la Procesión del Silencio es gestada por ciudadanos que reciben el apoyo y los consejos de los frailes.
Su significado
Orlando Puente dijo que la Procesión del Silencio se realiza para acompañar a la Virgen María en su luto por la muerte de su hijo Jesucristo.
Quienes participan en ella además tienen la intención de expiar sus culpas.
La mayoría de las 16 cofradías que avanzan por las calles tienen que ver con algún capítulo de la pasión y muerte de Cristo, y en ese orden salen del templo del Carmen; este acomodo es parte de la recomendación de los Carmelitas.
Las cofradías
El historiador Orlando Puente Zubiaur indicó que son 16 las cofradías que participan en la Procesión del Silencio. La última se añadió en 2011, se trata de la Cofradía de la Aprehensión de Cristo.
Las otras son: El Santo Niño de Praga, El Señor del Huerto, La Aprehensión de Cristo, El Espíritu Santo, El Señor de la Columna, El Señor del Silencio, Jesús Nazareno, Adoradores de la Santa Cruz, Santa Cruz, Cristo del Gran Poder, Nuestra Señora de la Merced, El Santo Entierro, Insignias e Instrumentos de la Pasión, Penitentes, Nuestra Señora de la Soledad y Costaleros de la Soledad.
Cada una tiene su particularidad por representar a distintas escenas de la pasión y muerte de Cristo.
La cofradía de Nuestra Señora de la Merced sale del templo con el mismo nombre, y llega al templo del Carmen en Procesión. Una vez que termina el recorrido, sigue de largo por la calle Manuel Doblado hasta regresar al templo del que salieron.
La vestimenta que utilizan tiene su origen en la Edad Media y en la Inquisición, donde el capirote -mejor conocido como capucha- era colocado en señal de humillación.
El historiador e investigador explicó que quienes participan en el evento lo hacen con su rostro tapado para guardar el anonimato, ya que en esa Procesión ellos no son los protagonistas, sino la Virgen María, a quien acompañan en su dolor.
Integran la tradición en un libro
El Museo de Celaya, Historia Regional, ya elabora un libro en el que se integrará toda la historia de la Procesión del Silencio en Celaya.
A petición de la Mesa Directiva de la Procesión del Silencio, el equipo del museo está recopilando la información, y este jueves se presentará el primer fascículo con motivo de los 50 años de la Procesión del Silencio.
Orlando Puente Zubiaur, historiador e investigador del Museo de Celaya, Historia Regional, explicó que la investigación aún no está concluida, pero que el lunes se mostrará el fascículo, previo al cumplimiento del 50 aniversario de la Procesión.
“Se está realizando toda una investigación con los coordinadores de las cofradías de la Procesión, en base a sus experiencias, a los documentos que hay sobre ello, lo que la gente sabe; es más bien muy hemerográfica la investigación”, dijo el historiador.
El primer fascículo que se presentará el jueves a las 7 de la noche en el foro Puerta de Oro del Bajío de la Casa de la Cultura, contiene el concepto de una procesión, sus orígenes en la Antigüedad Clásica, su consolidación en la Edad Media, y aborda la primera Procesión del Silencio llevada a cabo en Celaya.
“Esta es sólo una parte de lo que se pretende que sea un proyecto muy completo. La idea es generar el libro y estamos recabando la información e integrándola para que sea un hecho”, expresó Orlando Puente.
La Procesión del Silencio de Celaya es la segunda más importante del País. Por encima está la de San Luis Potosí, que le supera en número y en promoción turística, opinó el historiador.
“La de aquí también ya ha sido más promocionada y destacada”, completó.
