Venezuela rindió ayer el último gran adiós al presidente Hugo Chávez con un funeral de Estado al que asistieron una treintena de jefes de Estado, incluidos sus principales aliados de Latinoamérica, y en el que su sucesor elegido Nicolás Maduro prometió lealtad eterna a su líder y convocó a la sociedad a continuar con el proyecto iniciado hace más de una década por el “comandante”.
Con música folclórica, las notas vibrantes de una orquesta sinfónica y la espada del libertador Simón Bolívar sobre el féretro del fallecido dirigente, Venezuela realizó el funeral en una ceremonia cerrada a las multitudes de seguidores que aguardaban estoicas afuera de la Academia Militar y pese al calor se mantenían atentas a las pantallas que transmitían las imágenes.
Durante la ceremonia, Maduro se colocó junto al ataúd de Chávez.
“Comandante, misión cumplida; comandante Presidente, la batalla continúa”, agregó Maduro a quien por momentos se le quebró la voz.
Durante poco más de dos horas se rindió el homenaje a Chávez, cuyo cuerpo yacía dentro de un féretro cubierto por la Bandera venezolana. Un coro y una orquesta dieron inicio a la ceremonia entonando el Himno Nacional.
Ya varias horas después de terminada la ceremonia oficial, un grupo de seguidores “armados” con guitarras llegó hasta el féretro de Chávez, donde entonó canciones de “protesta”.
A ellos, les siguió un grupo musical boliviano, que también rindió homenaje a Chávez con las notas de sus instrumentos.
Antes, en el funeral, el vicepresidente Maduro colocó sobre el féretro de Chávez la espada del libertador Simón Bolívar, que según el maestro de ceremonias compró el Gobierno a familiares por 120 bolívares.
En grupos, los líderes asistentes realizaron guardias de honor alrededor del ataúd café, cubierto con la Bandera venezolana.
Con la vista del mundo en la ceremonia, Maduro pronunció un encendido discurso en el que se hizo eco de la retórica de Chávez.
A la ceremonia también asistieron líderes religiosos, incluido el reverendo estadounidense Jessy Jackson, quien pidió al próximo presidente encargado Maduro que tenga la fortaleza y entereza necesaria para conducir a Venezuela y que pueda tender nuevos puentes con Estados Unidos.
Maduro agradeció la presencia de los jefes de Estado por haber “traído su amor más puro a este hombre más allá de las fronteras políticas y las ideologías”, a un Chávez que dijo que fue el hombre “más vilipendiado” del mundo.
“¡No pueden contigo!”, gritó Maduro con la voz quebrada y el llanto a flote.
Entre llantos y a gritos, un Maduro emocionado dijo que Chávez tenía desde adentro unos de los “escudos más poderosos que puede tener un ser humano que es su pureza, su verdad, su escudo de pureza, de amor de Cristo, de Cristo, de hijo verdadero de Cristo”, que aseguró que lo salvó de “la injuria, de la infamia”.
“Aquí está invicto, puro, transparente, único, verdadero, vivo para siempre, para todos los tiempos, para este y todos los tiempos futuros. Comandante, no pudieron contigo, no podrán con nosotros jamás, jamás podrán”, dijo conmovido el Vicepresidente.
“Hemos roto el maleficio de la traición de la patria y romperemos el maleficio de la derrota”.
Agradeció también la presencia de una delegación de Estados Unidos, integrada por el representante demócrata Gregory Meeks y el ex representante William Delahunt.
Queremos, añadió, “un mundo de paz que respete el derecho internacional, que sea capaz de encontrarse para cooperar, para vivir, para ser justos en términos de igualdad y porque no puede ser posible si aquí está toda la voluntad de un mundo, toda la fuerza política de un mundo, y América Latina tiene la tarea de hacer ese nuevo mundo, de unirnos en la diversidad”.
Afuera, seguidores hacían largas filas rumbo a la Academia Militar en lo que se asemejaba un ejército de hormigas, debido a que casi todos iban vestidos de rojo, el color que identifica al partido del Presidente.
Algunos ya se retiraban tras ver el cadáver que reposa desde el miércoles en la academia y caminaban por una avenida, el Paseo de los Próceres, adornada con grandes banderas con los colores amarillo, azul y rojo, colgadas de postes de alumbrado público.
Luego del funeral, los presidentes comenzaron a dejar el País.
El Presidente iraní dijo antes de abordar su avión para partir del País que “estoy seguro que el pueblo venezolano seguirá el camino de Chávez con inteligencia y prudencia”.
El odio no pudo contra el Comandante
Al referirse a él como su “padre y guía”, Nicolás Maduro dijo que pese a las mentiras y odio en su contra, el presidente de Venezuela Hugo Chávez se mantuvo en pie.
Maduro, quien juró horas más tarde como Presidente interino, encabezó la ceremonia luctuosa de Chávez, fallecido el martes tras una dura batalla contra el cáncer.
Ante una treintena de jefes de Estado, el actual Vicepresidente venezolano ensalzó a su antecesor.
“No ha habido líder en la historia de nuestra Patria más vilipendiado aquí y en el mundo”, dijo Maduro entre sollozos.
“Pero no pudieron ni las mentiras ni el odio contra Hugo Chávez, porque tenía un escudo de pureza”.
Con voz entrecortada como hace cuatro días cuando dio en cadena nacional la noticia del fallecimiento de Chávez, Maduro rindió tributo al Mandatario frente a su familia y amigos.
“Aquí estás puro, único, transparente, aquí estás por todos los tiempos”, exclamó el Vicepresidente.
“Usted (Hugo Chávez) nos enseñó el perdón. Hoy perdonamos a quienes lo injuriaron”.
Lo despide como héroe
Desde la fortaleza colonial de San Carlos de la Cabaña, militares de Cuba y Venezuela despidieron ayer con 21 salvas de artillería al presidente Chávez.
Seis cañones tronaron en el tercer y último día de duelo oficial decretado en la Isla, donde se mantienen cerrados los espectáculos, y todos los edificios oficiales lucen la bandera nacional a media asta.
Millones de cubanos en todo el país asistieron la víspera a los actos de homenaje celebrados en las principales ciudades de las 15 provincias.
La prensa también mostró el luto en sus portadas impresas en tinta negra, y dedicaron la mayor parte de los sumarios a las honras fúnebres.
