José Ángel Córdova Villalobos, secretario de Educación durante los últimos ocho meses de la Administración calderonista, señaló que durante su gestión no hubo pruebas ni indicios que llevaran a proceder contra la ex líder de los maestros Elba Esther Gordillo.
“Lo que la SEP transfería al sindicato era ni más ni menos lo que estaba establecido en el Presupuesto de Egresos de la Federación y los contratos colectivos. Son otras áreas las que se encargan de la fiscalización y quizá no pensaron que hubiera algún cauce legal para demostrar la desviación de recursos”, comentó.
El médico guanajuatense se mostró a favor de la acción legal contra la líder, pues el mensaje que da la Administración federal “es muy claro y objetivo para poner en blanco y negro que los recursos de los trabajadores son para el beneficio de ellos. Los líderes sindicales tienen derecho a vivir bien y lo que quieras, pero hay límites”, sentenció.
Córdova Villalobos afirmó que durante sus meses como secretario de Educación la relación con Gordillo fue “de respeto, dentro de las obligaciones que teníamos, nosotros como Gobierno y ella como representante del sindicato”.
Reconoció, eso sí, que lo difícil fue impulsar la reforma educativa en medio de una coyuntura electoral y de cambio de Gobierno, a pesar de que era necesaria para que la relación entre el Gobierno y los maestros estuviera más normalizada legalmente y no basada en acuerdos.
“Muchas de las acciones, como la prueba ENLACE, el concurso de plazas y la evaluación universal de maestros estaban sostenidas en acuerdos con el sindicato y lo que a mí me parecía es que necesitaban un refuerzo legal como se ha dado ahora, que sean ya una obligación y parte formal de lo que se tiene que hacer”, explicó.
José Ángel Córdova participó este viernes en la Semana Cultural de la Universidad Meridiano, en la que ofreció una conferencia sobre liderazgo e invitó a los jóvenes a comprometerse socialmente.
Cuestionado al respecto, Córdova aceptó que algunos líderes sindicales efectivamente tienen cualidades de liderazgo, como el carisma y el poder comunicativo, pero que cuando comienzan a mirar más hacia su beneficio personal, “cualquier liderazgo resulta negativo e inconveniente”.
Invita a ser líderes
“Todos queremos un mundo mejor, pero éste no se hace solo. Tenemos que cuestionarnos qué es lo que estamos haciendo nosotros para hacerlo posible. Por el solo hecho de existir y vivir en sociedad tenemos un compromiso con ella”.
Así se expresó José Ángel Córdova Villalobos, ex secretario de Salud y Educación en el Gobierno federal, durante la conferencia sobre liderazgo que ofreció este viernes en la jornada de clausura de la Semana Cultural “Construyendo otro mundo posible”, realizada por la Universidad Meridiano.
“En México y en todo el mundo hay un déficit de líderes”, afirmó quien hace un año compitió también por la candidatura a Gobernador de Guanajuato. “Ustedes ven lo que está pasando con la muerte de Hugo Chávez, un líder con las virtudes que le quieran ver, pero un líder a final de cuentas. Necesitamos líderes para ir generando los cambios y transformaciones que la sociedad necesita”.
Córdova acotó, sin embargo, que lo que se requiere son líderes con espíritu de servicio, antes de enumerar los elementos que lo vuelven tal, como la iniciativa, empatía, visión de futuro, claridad de miras sobre lo que quiere, comunicación y humildad.
“El buen líder no es quien necesita que le digan ‘qué fregón es este cuate’”, explicó el ponente, “sino al que le dicen: necesitamos incorporarnos con él porque nos contagia de su ánimo, porque su proyecto es importante y porque todos podemos ser protagonistas”.
José Ángel Córdova aceptó que un líder debe también saber lidiar con dificultades y tropiezos, pues no debe pretender ser perfecto, sino tener la humildad para reconocer sus errores y reconstruirse a partir de ellos.
En su conferencia, Córdova Villalobos también aludió a la urgencia de combatir la desigualdad social, especialmente en el acceso a la educación superior y los servicios de salud, “que no dependa de la capacidad económica la posibilidad de curarse o la posibilidad de estudiar”.
El ex Secretario confió en el poder transformador de la educación y mostró su optimismo frente a indicadores como el hecho de que 20 de cada 100 egresados de primaria pueden ahora estudiar una carrera universitaria, frente a los seis que podían hacerlo hace unos años, sin embargo aún queda mucho trabajo por hacer.
“Yo sí estoy convencido de que debe haber una reforma fiscal donde el que más gane, más pague, precisamente para fomentar la equidad social y ésta se fundamenta en tener salud, porque si no, no vivimos, y en tener educación, porque si no, no competimos”, declaró.
