Mérida.- Ha pasado un mes desde el “percance de vía” del Tren Maya en Izamal, y la estación permanece cerrada en dirección a Mérida. Aunque se prometieron resultados de la investigación en 15 días, aún no se han presentado.
El incidente ocurrió el 19 de agosto, cuando el Tren 307 estaba estacionado rumbo a Cancún y el Tren 304 circulaba por la vía directa. Tras un cambio inesperado de vía, dos vagones se descarrilaron. No hubo personas lesionadas.
Promesas incumplidas
En la conferencia del 20 de agosto, el general Óscar David Lozano Águila, director de la empresa militar a cargo del Tren Maya, aseguró que se trató de una anomalía que “no debería de haber pasado”. Anunció una Comisión Dictaminadora que daría un informe en 15 días, pero hasta ahora no se ha hecho público.
Actividad irregular en Izamal
Actualmente solo funciona un carril de los cuatro existentes en la ruta Izamal-Cancún. El andén hacia Mérida permanece cerrado, con escaleras bloqueadas y vigilancia de la Guardia Nacional.
“Está en mantenimiento”, comentó un elemento de seguridad. Otro reconoció que la investigación busca determinar “si la piedra resiste”.
Un encargado de boletos señaló que solo se utiliza un andén para ahorrar recursos, pues el tren, de mil 554 kilómetros y con un costo que subió de 140 mil millones a más de 500 mil millones de pesos, carece de señaléticas completas.
Testimonio local
El guía turístico Sergio Quijano, del exconvento de San Antonio de Padua, intentó estrenar el Tren Maya el día del accidente. Relató que, mientras esperaba su boleto, militares desalojaron la estación tras el choque.
“Fue cuando chocó, cuando lo chocaron. Salieron los militares y empezaron a gritar ¡protocolo! ¡protocolo! ¡protocolo! Así que ahí nos vemos, ya no regresé”, contó.
Los boletos rondaban los 443 pesos para locales, 665 para turistas nacionales y 886 para extranjeros, pero el guía reconoció que la mayoría de la población local nunca mostró interés en usar el servicio.
Más de un mes después, no hay una explicación clara de lo ocurrido.
