Culiacán.- El pueblo está enojado. En Culiacán, miles de personas, al menos unas 10 mil, gritan “¡Fuera Rocha!” y corean “Sacaremos a ese wey de Sinaloa”, con la misma tonada de la banda recordando aquella canción de Los Felinos.
Es una marcha multitudinaria, en la que mujeres, hombres, niños y niñas protestan para exigir paz, justicia y la renuncia del morenista Rubén Rocha Moya, actual gobernador de Sinaloa.
Es la explosión del enojo tras casi cinco meses de violencia exacerbada en municipios como Culiacán, Navolato, Eldorado, Cosalá, Elota, San Ignacio, Concordia y Mazatlán.

Han sido desaparecidas casi mil personas y otras 800 fueron asesinadas en ese periodo.
Las autoridades aseguran que es la confrontación de dos grupos criminales del Cártel de Sinaloa, pero eso se ha llevado a centenas de personas inocentes.
Sus familias son las que encabezan esta marcha, asegurando que lo esencial les ha sido robado: la justicia.
Asesinato de papá y sus dos niños fue la chispa
El asesinato de Antonio Sarmiento y sus hijos Alexander y Gael, de 9 y 12 años, en lo que aparentemente fue un intento de robo de auto, movió fibras entre los sinaloenses, quienes apuntaron al gobernador Rubén Rocha, en la primera marcha del pasado 24 de enero.

¡Fuera Rocha! ¡Fuera narcogobernador!”, gritaban ayer cientos de mujeres y hombres, mientras caminaban por las calles del centro de Culiacán y el Centro Sinaloa, donde está Palacio de Gobierno.
La protesta subió de tono y un grupo de personas irrumpió en la sede del Gobierno estatal e incluso en el despacho del mandatario Rocha, donde rompieron cristales, destrozaron paredes de tablaroca, sillas, escritorios y papelería.
El caso de la familia asesinada
Antonio y sus hijos fueron víctimas de hombres armados que querían quitarles el coche donde viajaban en el fraccionamiento Los Ángeles, al norte de Culiacán, durante la madrugada del domingo 19 de enero. El papá trató de cuidar a sus niños, pero los criminales se ensañaron.
Antonio murió apenas pudo pedir ayuda, mientras que Gael fue declarado muerto horas más tarde. Alexander se mantuvo con pronóstico reservado hasta la noche del martes, cuando se confirmó su fallecimiento por las heridas de las balas.
JRL
