Ciudad de México.- Apenas Donald Trump asumió la Presidencia de Estados Unidos, a la que llegó ofreciendo deportaciones masivas, cientos de migrantes fueron devueltos ayer a ciudades fronterizas del País, y el Gobierno federal anunció que repatriará a los extranjeros.
En lo que serían las primeras deportaciones de la nueva Administración estadounidense, cientos de mexicanos y extranjeros cruzaron ayer al País por Matamoros, Reynosa, Ciudad Juárez y Tijuana, entre otras ciudades fronterizas.
Uno de los primeros contingentes arribó a las 10:00 horas por el puente de conecta a Brownsville con Matamoros.
Ahí, unos 65 mexicanos cruzaron a pie al ser regresados a México y fueron recibidos por personal del Instituto Nacional de Migración (INM), que los trasladó en tres autobuses a la estación de esa dependencia y a albergues habilitados ante el frío.

A las 13:00 horas, otros 61 mexicanos y 200 extranjeros llegaron por Reynosa, donde también fueron recibidos por el INM.
A la par de estas deportaciones, arrancó la instalación de centros de atención de deportados, a cargo de la Defensa y Marina. Uno de ellos, para al menos 5 mil personas, estará a unos metros de la línea divisoria entre Ciudad Juárez y El Paso.
Después de que Trump anunció la reinstalación del programa “Quédate en México”, el Gobierno federal aceptó atender a los deportados en territorio nacional, buscando repatriarlos a sus países.

Gobernación contempla 11 puntos de repatriación y cuenta con casi 300 autobuses para traslado de migrantes.
Ayer, el Presidente Trump autorizó el arresto de indocumentados en iglesias, escuelas y sus alrededores. “La Administración Trump atará las manos a nuestras valientes fuerzas del orden”, informó el Departamento de Seguridad Nacional.
El zar fronterizo Tom Homan dijo que ayer mismo comenzaron las redadas contra migrantes irregulares con antecedentes penales.
HLL
