MUGHRAQA, Franja de Gaza.- Las fuerzas israelíes se retiraron el domingo de un corredor clave en Gaza en el último compromiso de un tenue alto el fuego, mientras que la conmoción por la liberación de rehenes demacrados renovó la presión sobre el primer ministro Benjamin Netanyahu para ampliar la tregua más allá de la primera fase que finaliza dentro de tres semanas.
Las conversaciones sobre la segunda fase, que prevé la liberación de más rehenes y la retirada completa de Israel de Gaza, debían comenzar el 3 de febrero. Pero Israel y Hamás parecen haber avanzado poco.
Netanyahu iba a enviar una delegación a Qatar, un mediador clave, pero estaba formada por funcionarios de bajo nivel, lo que ha desatado especulaciones sobre la posibilidad de que no conduzca a ningún avance. Netanyahu, que regresó a Israel tras una visita a Estados Unidos para reunirse con el presidente Donald Trump, tiene previsto convocar el martes a los ministros del Gabinete de Seguridad.
Las familias de los rehenes restantes advirtieron de que el tiempo se agota para los que siguen con vida.
No podemos dejar que los rehenes sigan allí. No hay otro camino. Hago un llamamiento al Consejo de Ministros”, declaró Ella Ben Ami, hija de un rehén liberado el sábado, añadiendo que ahora comprende que el precio del cautiverio es mucho peor de lo imaginado.
El padre de un rehén, Kobi Ohel, declaró al Canal 13 de Israel que los hombres recién liberados dijeron que su hijo, Alon, y otros “viven de media pita a una pita entera al día. Estas no son condiciones humanas”. La madre de Ohel, Idit, dijo entre sollozos al Canal 12 que su hijo lleva encadenado más de un año.
Por otra parte, el Ministerio de Sanidad palestino declaró el domingo que dos mujeres, una de ellas embarazada de ocho meses, murieron por disparos israelíes en Cisjordania ocupada, donde las tropas israelíes han estado llevando a cabo una operación.
El alto el fuego es frágil y su extensión no está garantizada
Desde que comenzó el 19 de enero, el acuerdo ha enfrentado obstáculos y desacuerdos repetidos entre las partes, que hacen patente su fragilidad. Pero se ha mantenido, aumentando las esperanzas de que la devastadora guerra que provocó cambios sísmicos en Oriente Medio pueda acercarse a su fin.
El domingo se veían autos cargados con pertenencias, como depósitos de agua y maletas, dirigiéndose hacia el norte a través de una carretera que cruza Netzarim. Según el acuerdo, se supone que Israel que permitirá que los autos crucen sin inspección y no parecía haber tropas en las cercanías de la carretera.
El vocero de Hamás Abdel Latif Al-Qanoua dijo que la retirada mostraba que Hamás había “obligado al enemigo a someterse a nuestras demandas” y que frustraba “la ilusión de Netanyahu de alcanzar una victoria total”.
Los funcionarios israelíes, que hablaron bajo condición de anonimato porque no estaban autorizados para discutir movimientos de tropas con los medios, no revelaron cuántos soldados se estaban retirando. Las tropas permanecen a lo largo de las fronteras de Gaza con Israel y Egipto y se espera que se negocie una retirada completa en una etapa posterior de la tregua.
Durante la primera fase de 42 días del alto al fuego, Hamás está liberando gradualmente a 33 rehenes israelíes capturados durante su ataque del 7 de octubre de 2023 a cambio de una pausa en los combates, la libertad para cientos de prisioneros palestinos y un incremento en la ayuda humanitaria para Gaza devastada por la guerra.
El acuerdo estipula que las tropas israelíes se retirarán de las áreas pobladas de Gaza, así como del corredor de Netzarim.
En la segunda fase, todos los rehenes restantes serían liberados a cambio de una retirada completa israelí de Gaza y una “calma sostenible”.
Pero los detalles más allá de eso no están claros y los repetidos obstáculos a lo largo de la primera fase y la profunda desconfianza entre las partes han puesto en duda si pueden concretar la extensión.
Jefe humanitario de ONU dice que la tregua evitó la hambruna en Gaza
La hambruna ha sido mayormente evitada en Gaza gracias a la entrada de una oleada de ayuda durante un frágil cese al fuego, dijo el domingo el jefe humanitario de Naciones Unidas. Sin embargo, advirtió que la amenaza podría regresar rápidamente si la tregua se viene abajo.
Tom Fletcher habló en exclusiva con The Associated Press después de una visita de dos días a Gaza, donde cientos de camiones cargados de ayuda humanitaria han llegado cada día desde que comenzó el cese al fuego el 19 de enero.
“La amenaza de hambruna, creo, está en gran medida evitada”, dijo Fletcher desde El Cairo. “Los niveles de inanición han disminuido desde antes del cese al fuego”.
Fletcher habló en un momento en que aumentan las preocupaciones sobre si el cese al fuego puede extenderse y están previstas conversaciones sobre su segunda fase, que es más complicada. La primera fase de seis semanas está a mitad de camino.
Como parte del acuerdo, Israel dijo que permitiría la entrada de 600 camiones de ayuda a Gaza cada día, un aumento significativo después de meses de frustración expresada por los funcionarios de ayuda sobre los retrasos e inseguridad que obstaculizaban tanto la entrada como la distribución de alimentos, medicinas y otros artículos muy necesarios.
La oficina humanitaria de la ONU dijo que más de 12.600 camiones de ayuda han entrado en Gaza desde que el cese al fuego entró en vigor.
Fletcher instó tanto a Hamás, que rápidamente reafirmó su control del territorio en las horas posteriores a la entrada en vigor del cese al fuego, como a Israel a cumplir con el acuerdo que ha “salvado tantas vidas”.
“Las condiciones siguen siendo terribles y la gente sigue teniendo hambre”, dijo. “Si el cese al fuego fracasa, si el cese al fuego se rompe, entonces muy rápidamente esas condiciones (similares a la hambruna) volverán de nuevo”.
El umbral de mortalidad internacionalmente reconocido para la hambruna es de dos o más muertes al día por cada 10.000 personas.
Durante meses antes del actual cese al fuego, monitores de seguridad alimentaria, funcionarios de la ONU y otros advirtieron sobre una posible hambruna en partes de la devastada Gaza, especialmente en el norte, que estuvo prácticamente aislado desde las primeras semanas de la guerra que comenzó en octubre de 2023. Cientos de miles de palestinos han podido regresar al norte gracias al cese del fuego.
“No podemos sentarnos y simplemente permitir que estas personas mueran de hambre”, dijo Cindy McCain, la jefa estadounidense del Programa Mundial de Alimentos de la ONU, a CBS en diciembre. El gobierno de Joe Biden instó repetidamente a Israel a permitir más entregas de ayuda y advirtió que no hacerlo podría desencadenar restricciones estadounidenses al apoyo militar.
Fletcher señaló que se necesitan más alimentos y suministros médicos de manera crucial para el territorio de más de 2 millones de personas, la mayoría de ellas desplazadas, y expresó su preocupación por los brotes de enfermedades debido a la falta de suministros básicos de salud. También pidió aumentar la entrega de tiendas de campaña y otros refugios para aquellos que han regresado a sus zonas de origen, mientras continúa el invierno.
“Debemos conseguir decenas de miles de tiendas de campaña muy rápido, para que las personas que están regresando, particularmente al norte, puedan refugiarse de esas condiciones”, comentó.
Fletcher entró al territorio palestino por el cruce de Erez entre Israel y el norte de Gaza, donde dijo que condujo a través de áreas “bombardeadas, aplastadas y pulverizadas”.
“No puedes ver la diferencia entre una escuela, un hospital o un hogar”, dijo sobre el norte.
Agregó que vio a personas tratando de encontrar dónde habían estado sus hogares y recogiendo los cuerpos de sus seres queridos de entre los escombros. También vio perros buscando cadáveres entre los escombros.
“Es una película de terror. Es un espectáculo de horror”, agregó. “Te rompe el corazón una y otra y otra vez. Conduces kilómetros y kilómetros, y esto es lo único que ves”.
Fletcher reconoció que algunos palestinos están enojados con la comunidad internacional por la guerra y su respuesta.
“Había desesperación y enojo. Y puedo entender el enojo hacia el mundo de que esto les haya ocurrido”, señaló. “Pero también había un sentido de desafío. La gente decía: ‘Volveremos a nuestros hogares. Volveremos a los lugares en los que hemos vivido durante generaciones y reconstruiremos'”.
HLL
