Argentina.- El dueño de un restaurante fue traicionado por sus empleados a pesar de que les pagó varios meses de sueldo para que no sufrieran por la pandemia del COVID-19 aun cuando el establecimiento cerró temporalmente.

A través de Twitter, Tito Loizeau compartió su propia experiencia para expresar el coraje y decepción que sentía por el nulo apoyo que recibió por parte de sus extrabajadores.

El empresario argentino compartió que es dueño del restaurante temático El Capitán, el cual cuando se declaró la pandemia de COVID-19 tuvo que cerrar sus puertas para evitar contagios.

Tito Loizeau sabía que serían tiempos difíciles y en lugar de despedir a sus 20 empleados, a cada uno les continuó pagando por 11 meses.

Por un decreto el Gobierno no nos dejó despedir ni suspender a nadie y por eso nos anotamos en el ATP que nos cubrió el 50 por ciento de los salarios, la otra mitad la pagaba yo de mi bolsillo, sin tener ningún ingreso”, contó a El Clarín.

El restaurante estuvo cerrado un año completo hasta que hace unos pocos días autoridades sanitarias le informaron que ante la reducción de contagios de COVID-19 en Argentina, podría reabrir.

El empresario estaba feliz de volver, pero cuando comenzó a llamar a cada uno de sus empleados para darles la noticia se llevó una gran decepción: 14 de los 20 empleados a quienes dio el sueldo por adelantado le dijeron que no quería volver a su restaurante pues habían conseguido otro trabajo.

Después de 12 meses cerrados por la cuarentena, el gobierno decidió habilitar los cines. Así que reabrimos El Capitán. 11 meses pagando salarios de 20 personas. Ahora los convoco a trabajar y 14 de las 20 estaban laborando en otro lado. Pelotudo es poco lo que me siento”, escribió en Twitter.

Tito Loizeau pagó 11 meses de sueldo a sus empleados y ellos ahora ya no quieren regresar a trabajar con él. Foto: Tomada de Twitter.

Tito detalló que pudiendo haber dejado a sus empleados desamparados gastó dos millones y medio de pesos argentinos para ayudarlos en la difícil situación.

“Fue una decepción. Fue pensar “yo te banqué, no te dejé en la calle tirado y así y todo me cagaste”. Gasté dos millones y medio de sueldos durante todo el año, manteníamos un diálogo, una relación y esa fue su forma de respuesta”, dijo a El Clarín.

El empresario restaurantero dijo que no tomará acciones legales y que espera la carta de renuncia de sus aún empleados ya que si él los despide tendría que evaluar si mantiene su negocio abierto o decide cerrarlo definitivamente.
 

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