Michoacán.- “Aguanté y me defendí”, declara niña después de abusos sexuales por parte de un cártel, lo cuales desataron la guerra michoacana.
Mediante un video subido a redes sociales, una niña denunció este fin de semana que fue abusada sexualmente por narcotraficantes de un cártel en la Ruana, oficialmente municipio de Felipe Carrillo Puerto de Michoacán.
En el video se puede observar a la niña (cuya edad ni nombre no se revela por seguridad), que habla frente a la cámara, llora y pide justicia. La víctima asegura que la Fiscalía General del Estado de Michoacán se negó a levantar la denuncia, y ante ello los acusa de que están coludidos con el crimen organizado.
Me subieron con ellos. Solamente escuché cómo me decían lo que me iban a hacer y qué me iban a hacer si yo decía. Yo di hasta el último golpe que aguanté y me defendí y uno quedó herido y yo& Me aventaron de la camioneta& Me aventaron de la camioneta& Me tiraron, me empujaron de ahí”, narró entre lágrimas.
Así mismo, la víctima relató que después de que la empujaron al piso, la camioneta arrancó y se fueron, dejándola sola y con su motocicleta tirada, por lo que fue a pedir ayuda.
Yo al momento miré que mi moto la habían tirado, la habían dejado tres cuadras después donde me habían tumbado de la moto y me fui corriendo hacía mi moto. Estaba todavía prendida, tirada y prendida, yo me fui a la casa de mi amiga. Antes de llegar me di cuenta que no traía el bolso que yo cargaba. Me fui a donde lo había tirado. Al momento agarré mi celular que estaba en el bolso y le marqué a mi hermano, le marqué y rápidamente. Fueron por mí a la casa de mi amiga”, recordó.
La joven aseguró haber denunciado estos casos ante su comunidad, sin embargo, no hubo reacciones ni en la Fiscalía.
En febrero de 2013, José Manuel Mireles Valverde, un médico radicado en Tepalcatepec, Michoacán, denunció en un video subido a redes sociales sobre el terror que vivían los pobladores de Tepalcatepec.
Narró cómo Los Caballeros Templarios les exigían no sólo dinero por metro cuadrado de propiedad o por cada auto, sino hasta a sus esposas, y después, a las hijas.
Y las regresaban cuando ya estaban embarazadas”, dijo.
Así mismo, denunció una presunta corrupción que llegaba hasta la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y explicó por qué los operativos fallaban.
Los militares llegaban a los pueblos y no enfrentaban a los narcotraficantes a pesar de que los lugareños les decían en dónde estaban, explicó que se liberaron de las extorsiones y de otros delitos armándose como antes lo habían hecho los indios Purépechas.
Han pasado más de siete años y la guerra continúa, así mismo, los cárteles cambiaron de nombre, capos murieron y otros fueron detenidos, pero los abusos a la población civil continúan.
Con información de Sin Embargo.
FRG
