Tlaquepaque, Jalisco.- Se quedó sin hogar y al igual que los humanos, entró en desesperación y se puso a llorar. 

No dejaba de ir de un lugar a otro, de sollozar entre las cenizas y el fuego que consumía su hogar. En su hocico aún traía pedazos de su casa que intentaba recuperar.

Era uno de los habitantes de los locales donde laboraban una veintena de familias de carpinteros artesanos de la Central Camionera de Tlaquepaque, Jalisco. Se trata de un perro, en color blanco, pero percudido, con manchas negras en su cara. 

Fue uno de los afectados en el incendio registrado este jueves, viralizado en las redes, por lo que la solidaridad de los jaliscienses no se hizo esperar y comenzaron a recabar ayuda para los más de 40 adultos y 30 niños que vivían y trabajaban en ese lugar.  

(Con información de El Informador)

HLL
 

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