Rusia.- Una pareja acudió a un albergue para adoptar a un cachorro, y cuando voluntarios acudieron a su casa para revisar el estilo de vida que llevaba el animal, descubrieron que ya lo habían matado y se lo habían comido.

De acuerdo con el diario Mirror inglés, esta historia ocurrió en la isla de Sajalín, en el extremo más oriental de Rusia, al norte de Japón.

Ahí, una mujer que solo se ha identificado como Galina, acudió a un refugio de animales para adoptar a un perro. En el lugar, eligió a Nika, un cachorro que había sido rescatado de las calles y que pareció llevarse bien con Galina y su esposo.

Irina Savitskaya, la directora del refugio, afirmó que la mujer se identificó plenamente y no mostró ninguna señal sospechosa.

Ella me dio su pasaporte, firmó el contrato, tomó al perro y se lo comió esa misma tarde”, afirmó.

Este es el albergue para perros y gatos en el que se rescató a Nika. FOTO: East2west news

Las autoridades se dieron cuenta cuando Ekaterina Valyus, voluntaria del albergue, visitó el hogar para confirmar las condiciones en las que se tendría a Nika, y fue ella quien se topó con la macabra escena.

Cuando llegué olía a carne frita”, dijo.

Entonces se dio cuenta de que en el porche de la casa había sangre y cabellos regados.

El resto estaba en la estufa”, aseguró.

Tras contactar con las autoridades, la policía arrestó a Galina, y aunque en un principio negó las acusaciones, terminó por aceptar que había matado al perro a golpes con un tubo metálico, para después cocinar su carne y comérselo.

Este es el tubo metálico que se usó para matar al perro. FOTO: East2west news

Ahora, Irina busca que Galina sea juzgada y arrestada por sus acciones, aunque no se ha aclarado como quedó su situación legal.

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