Bolivia.- Luque es una de las 22 mujeres indígenas, entre vendedoras y artesanas, que crearon el grupo teatral Kory Warmis (Mujeres de oro).
He sufrido esta discriminación desde que nací. Mi mamá era muy humilde y salió de su pueblo escapando de la violencia. Para algunos es normal y queremos mostrar que no debe ser así”.
Las historias de estas mujeres inspiraron el guion de sus obras más famosas ‘Kusisita’ y ‘Deja Vu, el corazón también recuerda’, con las cuales se convirtieron en un movimiento artístico y social que a través del teatro busca ayudar a que otras bolivianas puedan reflexionar y se animen a romper la cadena de la violencia.
Violencia de género
Durante mucho tiempo Luque fue golpeada por el padre de sus cuatro hijos, lo que le produjo una parálisis en la mitad del cuerpo. Le llevó más de un año recuperarse y después de una década aún le cuesta mover la mitad del rostro, pero eso no le impidió cumplir su sueño de actuar.
Yo antes era callada, sumisa, pero en el escenario se me olvidó. El teatro es ahora mi vida”.
Las obras también buscan revalorizar la lengua aymara de las comunidades indígenas, donde se concentra el 48% de las denuncias por violencia de género, según un informe del Instituto Nacional de Estadística presentado en 2017.
Latinoamérica y los feminicidios
El país tiene la mayor tasa de feminicidios en América del Sur con dos por cada 100 mil mujeres, según un estudio de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) de 2018.
El gobierno asegura que el país ocupa el tercer lugar con 128 feminicidios después de Brasil y Colombia.

Latinoamérica es una de las regiones más violentas del mundo para las mujeres, lo que explica las altas tasas de feminicidios a pesar de los avances jurídicos.
Luque, recordó que cuatro años atrás una de sus amigas desapareció. Después de unos días la policía había encontrado el cuerpo.
Estaba como dormida, la movieron y tenía la marca en el cuello de una cuerda con la que su esposo la había asfixiado. Uno no entiende cómo el hombre al que entregas tu vida es quien te la quita”.
Erika Andia, directora del grupo y afamada actriz boliviana, explicó que fue difícil enseñarle a actuar a mujeres que durante mucho tiempo habían sido sumisas y calladas. Pero su fuerza de voluntad lo hizo posible.
Yo lucho contra esto. No podemos esperar a que nos maten o nosotros nos queramos quitar la vida por la desesperación que deja la violencia”.
Teatro y lucha social
El movimiento artístico ayuda a reflexionar y educar con mensajes directos con lo que la gente se identifica y que a su vez generan debates dentro de las familias.
En Bolivia los movimientos contra la violencia de género no han tenido el impacto que tuvieron NiUnaMenos en Argentina o #MeToo en Estados Unidos.
Para la experta de OXFAM, Argentina ha liderado el movimiento más importante de la región llegando a movilizar mujeres a nivel internacional.
No pensábamos haber llegado hasta aquí. No hay límites en lo que hacemos, cada año crecemos más. Es la alegría después del dolor”.
