Japón.- En la localidad de Kawasaki, un hombre atacó a puñaladas a un grupo de estudiantes que se encontraban cerca de un autobús escolar, algunas quedaron heridas, pero otras dos perdieron la vida.

El hecho ocurrió el martes a las afueras de Tokio mientras un grupo de jóvenes estudiantes de una escuela primaria católica esperaban en la parada del camíón, cuando un hombre de aproximadamente 50 años se acercó a ellas con cuchillos en ambas manos gritándoles “¡las mataré!.

Niños y adultos estaban heridos y con su ropa empapada de sangre, mientras otros niños corrían pidiendo ayuda mientras libros y artículos escolares se encontraban tirados en el suelo.

Dos menores perdieron la vida tras recibir heridas en la cabeza, pecho y cara. FOTO: AP

Escuché un grito, me detuve y me volví para ver qué había sucedido. El color de sus camisas se volvió rojo cuando cayeron, y entonces comprendí que las apuñalaron”, contó Yasuko Atsukata.

En una playa de estacionamiento cercana, un niño se encontraba en estado de shock con rasguños en la cara, las manos y las piernas que aparentemente había recibido al caer cuando huía por su vida.

La policía identificó al agresor como Ryuichi Iwasaki, un hombre de 51 años residente de Kawasaki cuyo móvil de los ataques todavía se desconoce.

El funcionario municipal Masami Arai dijo que la mayoría de los heridos eran estudiantes de Caritas Gakuen, una escuela católica fundada por las Hermanas de la Caridad de Quebec, una orden de monjas católicas de Quebec, Canadá, Arai dijo que tres de los heridos se encontraban en estado grave.

Tenemos la triste noticia de que uno de nuestros estudiantes fue asesinado por el agresor. No sé qué decir a nuestros estudiantes y sus padres.”,  dijo en conferencia de prensa el director de la escuela, Hiroaki Takamatsu, embargado por la emoción.

La policía de la prefectura de Kanagawa confirmó que había 17 heridos y tres muertos, entre éstos un “hombre que no es víctima pero está vinculado con el caso”. La policía identificó a los muertos como Hanako Kuribayashi, de 11 años, y Satoshi Oyama, un funcionario de gobierno de 39 años que llevaba a su hija a la parada.

Funcionarios de salud dijeron que los dos recibieron heridas en la cabeza, el pecho y la cara.

Testigos dijeron que al ver el ataque, el conductor del bus gritó al agresor, quien al huir se hizo un tajo en el cuello y cayó en un charco de sangre cuando lo apresaba la policía.

La emisora pública NHK y otros medios japoneses dijeron que la policía halló dos cuchillos en su mochila además de los que llevaba en las manos.

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