África.- Esta es la triste y trágica historia de Mariam Nabatanzi, una mujer de 39 años, con 38 hijos y sin esposo, por lo cual tiene que mantener a su familia sola en Uganda, de acuerdo al portal de noticias Debate.
Desde niña su vida estuvo llena de tragedias. Su madrastra mató a sus cinco hermanos con vidrio molido y se convirtió en mamá a los 13 de gemelos, luego de trillizos y después cuatrillizos en varias ocasiones.
Crecí llorando, mi hombre me ha causado mucho sufrimiento”, contó la mujer en una entrevista con la agencia Reuters en su casa de una aldea en Uganda rodeada por algunos de sus hijos.
Toda mi vida se ha ido cuidando a mis niños y trabajando para ganar algo de dinero.Comencé a tener responsabilidades de adulto siendo muy joven. No he tenido alegría, pienso, desde que nací”, señaló.
Con solo 40 años, Mariam Nabatanzi una mujer africana ha dado a luz a 44 hijos, cinco gemelos, cuatro trillizos y cinco cuatrillizos. #FPP pic.twitter.com/9jk8lE6RGS
Federación de Periodistas del Perú (@PrensaFPP) April 25, 2019
HASTA 4 BEBÉS POR PARTO
Desde que era muy pequeña le ocurrieron traumáticas cosas. Su madre biológica la abandonó y su madrastra agregó vidrio molido a la comida de sus cinco hermanos, los cuales murieron.
A los 12 años se casó con un hombre de 40 años por culpa de un familiar que la entregó.
En total tuvo 44 hijos, seis murieron y hoy lucha por sacar adelante a los 38 que le quedan con vida. Tiene cuatro juegos de trillizos, tres juegos de cuatrillizos, seis juegos de gemelos. El resto nacieron en partos únicos.
With multiple quadruplets, triplets and twins, Mariam Nabatanzi has one of the highest birth rates ever recorded. But after her husband abandoned her, she’s having to provide for the children by herself. @samholdertv reports. #AfricaJournal pic.twitter.com/VrHOmQSt6V Reuters Africa (@ReutersAfrica) April 26, 2019
Cuando tuvo a su hijo número 18 acudió al médico para que le ayudara con ese problema pero le dijeron que tenía los ovarios muy grandes y no podían hacer nada, y que no debía tomar anticonceptivos por ningún motivo debido a que dañarían su salud. Además de no poder evitar quedar embaraza su esposo ebrio la golpeaba y la dejó sola.
Sus hijos dejaron la escuela y trabajan para ayudarla. Ella hizo de todo, recogía chatarra para venderla, vendía hierbas medicinales, peluquería, decoración de eventos y más. Su historia comienza a aparecer en las noticias.
