Los vecinos están preocupados por el alto nivel de contaminación en la zona, ya que podría tratarse también de sales de cromo provenientes de lo que fue la planta de la Química Central de México. Foto: José T. Méndez.

León, Guanajuato.- A los vecinos de las comunidades rurales de Puerta de San Germán, Malagana, El Ramillete, San José de los Sapos y San Roque de Montes, les preocupa la contaminación del agua en la zona, ya que los estanques y represas han adquirido un color rosa, sin que las autoridades correspondientes hayan dado respuesta al problema.

Desde hace un año se detectó que las aguas de estanques se tornan color rosa; vinieron a realizar un muestreo, pero hasta la fecha no se ha dado resultado el problema de contaminación que hay, pero nadie quiere regar con esas aguas, mucho menos para darle de beber a los animales o para el consumo humano”, señala Luis David Alfaro, vecino de Puerta de San Germán.

El mayor problema se presenta en una represa ubicada a pie de carretera, a la altura de un pozo de Sapal de la batería del Turbio que surte a León, lo que ha generado temor entre los habitantes por la posible contaminación de los mantos freáticos.

“No se sabe qué es lo que ha generado que las aguas se pinten de rosa. Se presume que son aguas con químicos que desecha una empresa de quesos, pero no se ha determinado. Hace un año, cuando se denunció, se limpió el agua, pero ahora nuevamente, tal vez con el calor, se ha tornado rosa”, añade Isabel Soto, vecina.

Se solicitó a la Procuraduría Ambiental y de Ordenamiento Territorial de Guanajuato (PAOT) y a la Secretaría del Agua y Medio Ambiente los resultados de los estudios realizados, sin obtener respuesta alguna.

Se desconoce de donde proviene el color de esa agua. Foto: José T. Méndez.

Los vecinos están preocupados por el alto nivel de contaminación en la zona, ya que podría tratarse también de sales de cromo provenientes de lo que fue la planta de la Química Central de México, ubicada muy cerca, o de aguas negras de la planta de Sapal, con las que se riegan algunas parcelas. A causa de esto, el área presenta malos olores.

“Nunca se habían pintado las aguas de rosa. Algo está pasando, pero las autoridades no han notificado nada a los vecinos que viven en medio de una gran contaminación del medio ambiente, de malos olores, de aguas putrefactas y ahora de estanques color rosa”, dijo Arturo Domínguez, ejidatario de El Ramillete.

Sapal respondió que el problema corresponde a PAOT y a la Secretaría del Agua estatal.

DAR

 

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