Fachada de la casa en Loma del Madroño 306, presuntamente habitada por estudiantes. Foto: María Ochoa.

León, Guanajuato.- Lomas del Campestre, un fraccionamiento residencial tranquilo y ubicado a un costado de la Universidad La Salle en León, no ha escapado a los fenómenos inmobiliarios actuales, como la conversión de casas particulares en hospedaje para estudiantes, la renta de propiedades tipo Airbnb o la construcción de espacios para renta temporal.

Sin embargo, estas prácticas se han extendido más rápido de lo que se regulan. Vecinos de la colonia denuncian que las tres modalidades ya se realizan sin contar con los permisos correspondientes, y exigen al Gobierno municipal aplicar la reglamentación sobre uso de suelo.

Los vecinos temen que en el número 116 de calle Cerrada Loma del Álamo se esté construyendo una vivienda multifamiliar. Foto: María Ochoa.

Advierten que viviendas diseñadas para una familia albergan a grupos numerosos, a veces ruidosos, que llegan en varios vehículos, invaden las aceras y alteran la tranquilidad y seguridad que solían caracterizar a la zona.

“No es zona para estudiantes”

“Es que no es zona para estudiantes, es una zona residencial. En las compraventas originales de los terrenos no está permitido hacer casas de estudiantes. ¿Por qué no los aceptan en el Club Campestre, si también quedan cerquita? Porque ahí no los dejan (instalar este tipo de casas)”, declaró a AM uno de los afectados.

“Lo que hacen (los estudiantes) es desorden y medio, son borracheras, ha venido la Policía 20 veces, porque no se mezclan el agua con el aceite (…) No es zona para eso. Incluso a un lado de mi casa se las rentaron un día, estuvieron 22 días y la dueña los sacó, eran desmadres con bacanales hasta las 4 de la mañana”, insistió.

Un vecino muestra los oficios con las quejas dirigidas a la Dirección General de Desarrollo Urbano. Foto: Martha Silva.

Otro problema señalado es el tipo de construcciones: casas originalmente amplias ahora se adaptan al modelo de miniloft —con dormitorio, cocina y baño en un solo espacio compacto—, que replicado varias veces en un mismo predio incrementa la demanda de servicios, genera hacinamiento, problemas de estacionamiento, mayor ruido y tensiones entre vecinos.

Lomas del Campestre se ubica al noroeste de la ciudad, justo frente al Acceso 3 de la Universidad La Salle. Esta cercanía, afirman los colonos, es uno de los factores que han propiciado el auge de las rentas irregulares, tanto para estudiantes como para turistas, con la supuesta tolerancia de autoridades municipales como la Dirección General de Desarrollo Urbano (DGDU), la Dirección de Verificación Urbana y Asuntos Jurídicos y la Secretaría de Infraestructura, Movilidad y Desarrollo Sustentable.

“Existen cada vez más domicilios con estas características; se debe normar y evitar la proliferación de usos que incumplen con las normativas (…) en aras de una mejora regulatoria”, solicitó la Asociación de Colonos Lomas del Campestre en una serie de oficios dirigidos a la DGDU.

En el llamado Pueblito, frente a la Universidad La Salle, hay un anuncio de casa para estudiantes colocado en un poste. Foto: María Ochoa.

Por su parte, la Dirección de Desarrollo Urbano respondió que ha atendido los reportes relacionados con construcciones y giros de alojamiento en la colonia, y que ya ha iniciado y notificado seis procedimientos administrativos.

Más que un conflicto vecinal

Aunque los vecinos han detectado varias residencias que presuntamente funcionan como casas de estudiantes o alojamiento temporal, destacan dos predios en la calle Cerrada Loma del Álamo, con salida a Loma del Álamo, casi esquina con Loma del Madroño (sin acceso por ser calle cerrada).

En el número 116 se realiza una construcción con permiso, pero los vecinos temen que se convierta en vivienda multifamiliar y piden revisar la licencia. Durante una visita de AM el 16 de julio se observaban trabajos iniciales de cimentación. Diez días después ya se habían levantado seis columnas.

Dos portones en Loma del Pocito; el segundo conduce a una casa que, según vecinos, podría usarse para alojamiento temporal. Foto: Martha Silva.

Junto a esta propiedad, en el número 118 —donde se asegura que se renta a estudiantes— también hay un permiso de “ampliación”, aunque ya existen varias unidades separadas con accesos individuales visibles desde la parte trasera, sobre la acera de Loma del Álamo. En la azotea hay al menos dos calentadores solares.

Según los vecinos, ambos predios pertenecen a la misma persona y se planea habilitar una salida hacia Loma del Madroño, junto a la universidad.

“En el 118 los vecinos se quejan (…) están haciendo esta remodelación para meter mucha gente (…) y cuando vino la autoridad, (…) no les permitieron el acceso, pero en el reglamento dice que los tienen que dejar pasar para verificar y (la autoridad) está incumpliendo”.

Los inconformes señalan que de ese mismo predio circularon una veintena de fotos donde se observa la construcción de minilofts. Comparando las imágenes del interior con el exterior, afirman que coinciden los barandales.

AM intentó contactar a la persona propietaria sin éxito.

Obra en el número 116 y minilofts en el 118, vistos desde la calle Loma del Álamo. Foto: María Ochoa,

Otra casa señalada está en Loma del Madroño 306, también presuntamente habitada por estudiantes. Tiene dos tinacos y cerradura electrónica. Tampoco fue posible contactar a sus propietarios.

En Loma del Pocito, se identificaron al menos dos casas (números 117 y 109) que podrían usarse con fines similares. Estas propiedades colindan con viviendas en Loma del Pino (120, 122 y 124), que sí se publicitan como renta para estudiantes. AM llamó al teléfono del 120, sin obtener respuesta.

Los vecinos insisten en que no buscan confrontación, sino que se respete la densidad poblacional. Lamentan que las verificaciones se hagan en horarios donde no hay estudiantes.

Una casa en Airbnb, también señalada

Otro caso es el de la llamada Casa Gárces, anunciada en Airbnb.

Una joven que se identificó como propietaria explicó que vive ahí con su pareja y, debido al alto costo de mantenimiento, decidieron rentar los cuartos sobrantes.

Reconoció que han recibido quejas por ruido, sobre todo de adultos mayores, pero aseguró que atienden las observaciones. “Cualquier cosita y luego luego brincan”, expresó.

Fachada de vivienda en Loma del Pino, donde se alcanza a ver una lona que anuncia habitaciones para señoritas. Foto: Martha Silva.

Negó que la casa se use como salón de fiestas y dijo que son cuidadosos con quién entra. “Nos contactaron de Desarrollo Urbano, fuimos a la audiencia, han visto la casa, nos dijeron que todo estaba en orden (…) por el momento no había como tal un reglamento o alguna ‘check-list’ que debiéramos cumplir”.

Mauricio Flores Espinosa, socio y copropietario, admitió que ha habido quejas por ruido, pero las calificó como hechos aislados. Aseguró que no generan problemas de basura.

“Hemos tenido visitas de Desarrollo Urbano (…) y se tiene todo lo necesario para operar de esta manera la propiedad.

“El tema de alojamiento de estadías temporales aún no está completamente regulado (…) Tenemos muchos puntos que cumplen y al contrario, exceden los lineamientos del uso del inmueble”.

Dijo que esa zona es de acceso controlado, no un fraccionamiento privado. Aseguró que el uso de suelo ya fue modificado desde antes, y que existen oficinas, escuela, kínder y personal de seguridad.

“Somos conscientes de la dinámica social que existe —por ello— se decidió tener esta propiedad, por el tema de seguridad y tranquilidad, algo que estamos dispuestos a mantener. Y seguiremos trabajando para lograrlo”.

No hay papás presentes

Alrededor de las universidades crece la demanda de vivienda, estacionamiento y servicios. Una persona que renta habitaciones a estudiantes explicó que buscan cercanía y privacidad, como baño propio.

Reconoció que muchos administradores elevan los costos y exigen pólizas excesivas, además de imponer restricciones estrictas. “La mayoría cree que porque los estudiantes van a una universidad de paga, elevan sus costos de las habitaciones o lofts, la mayoría son demasiado altos”.

Sobre las fiestas, justificó las medidas por pérdidas frecuentes de pertenencias y daños. En cuanto al ruido, pide empatía hacia los vecinos.

En su experiencia, “en los espacios que he llegado a rentar no se les ve mucho a los papás”, pues de cada 10 interesados, solo uno es padre o madre. “No sabría decirte si están pendientes en lo escolar”. 

Admitió consumo de drogas, principalmente marihuana, y que los padres rara vez están presentes.

Gentrificación desde adentro

Los colonos de Lomas del Campestre reconocen la necesidad de viviendas para estudiantes, pero piden que se respeten las normas y la convivencia.

Alertan que viven una gentrificación interna, por propietarios que, con presunta tolerancia de autoridades, desplazan a la población original para maximizar ganancias.

La administración de la colonia dijo no estar involucrada directamente, solo recibe y canaliza quejas de vecinos, en su mayoría adultos mayores.

Una fuente anónima atribuyó la inacción de autoridades a un juicio ganado por un colono multado por rentas en Airbnb durante la Motofiesta, lo que habría hecho al Municipio más cauteloso.

Responde Desarrollo Urbano

Hugo García, titular de la Dirección General de Desarrollo Urbano (DGDU), declaró al Heraldo de León a principios de julio que concluyeron las revisiones solicitadas en 25 viviendas, con dos notificaciones de suspensión: en un caso se comprobó uso habitacional y en otro estaba en proceso de regularización.

Confirmó que la colonia no permite la oferta de servicios comerciales.

Recientemente, la DGDU respondió a un comunicado de AM afirmando que ha dado seguimiento a reportes ciudadanos sobre remodelaciones y giros de alojamiento en Lomas del Campestre sin autorización.

Indicó que se realizaron visitas de supervisión, “confirmando diversas actividades en domicilios que coinciden con la oferta de servicios que requieren de autorizaciones de uso de suelo. En seguimiento, a través de la Dirección de Verificación Urbana y Asuntos Jurídicos se han iniciado y notificado seis procedimientos administrativos, confirmando la falta de permiso de uso de suelo de servicios en inmuebles con oferta de servicios”.

Agregó que se están realizando notificaciones y citatorios para garantizar el derecho de audiencia de los particulares, en estricto apego a la normatividad vigente.

AM

Fachada de la casa en Loma del Madroño 306, presuntamente habitada por estudiantes. Foto: María Ochoa.

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