León, Guanajuato.- Los católicos debemos estar siempre fuertes y defender nuestra fe cristiana, a pesar de las acechanzas del enemigo. Siempre hemos salido adelante. Debemos difundir generación tras generación el crimen cometido contra los seis mártires de La Brisa.
Las víctimas en Palo Cuarto hace 98 años fueron: Nicolás Navarro, Ezequiel Gómez, José Valencia Gallardo, Agustín Ríos, Salvador Vargas y José Gasca. La misa en su memoria se celebró en la parroquia de Purísima, en El Coecillo.

El cura Clemente Prado Rico pidió a los católicos defender su fe. A los integrantes de Acción Católica les dijo: “A ser valientes y fuertes en nuestra religión” y a emular a los héroes de Palo Cuarto, acribillados por luchar por su libertad religiosa. “Murieron creyendo en Cristo Rey y en la Virgen de Guadalupe”.
Durante su homilía, también recordó la masacre del 2 de enero de 1946 en la Plaza Principal, así como la de los mártires cristeros, algo que no es menor, sentenció el padre Prado Rico.
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Precisó que la Iglesia Católica siempre ha sido perseguida por los gobiernos, pero ha salido triunfante porque Dios es el Rey del Universo y Nuestra Madre, la Virgen de Guadalupe.
En la ceremonia religiosa estuvieron presentes, portando sus respectivos estandartes: Alfonso Pascual Nava, presidente diocesano; Víctor M. Lozano, de la Unión Católica Mexicana (UCM); Fernanda Ornelas, de la Unión Femenina Católica Mexicana (UFCM); María Socorro Méndez, de la Junta Diocesana Femenina Mexicana (JDFM); y Adán Guerrero, que portó el estandarte de la Asociación Católica de la Juventud Mexicana (ACJM).
La primera lectura fue de la primera carta del apóstol San Juan (2, 29-3, 6), que entre otras cosas dice: “Y si saben ustedes que Dios se manifestó para quitar los pecados, es porque en Él no hay pecado. Todo el que permanece en Dios no peca. Todo el que vive pecando, es como si no hubiera visto a Dios”.
El Evangelio fue según San Juan (1, 29-34), donde Juan Bautista habla de la llegada de Cristo, el Salvador del Mundo: “Vi al Espíritu Santo descender del Cielo con forma de paloma y posarse sobre Él. Yo no lo conocía, pero el que me envió a bautizar con agua me dijo: ‘Aquel sobre quien veas que baja y se posa el Espíritu Santo, ese es el que ha de bautizar con el Espíritu Santo’. Pues bien, yo lo vi y doy testimonio de que este es el Hijo del Hombre.”
Al final de la homilía y de la misa, retumbó el ¡Viva Cristo Rey! y la ¡Virgen de Guadalupe!
Camino a Palo Cuarto
Tras la eucaristía, el contingente de feligreses fue custodiado por la Policía Municipal hasta el lote de Palo Cuarto, donde se realizó el último evento para conmemorar y honrar la memoria de los cristeros acribillados hace 98 años. Inició con los honores a la bandera nacional, con la participación de la Escolta y Banda de Guerra de la Presidencia Municipal.
A continuación, se escenificaron los hechos ocurridos el 3 de enero de 1927 con la obra ‘Los Profetas de la Esperanza’, recordando cómo Domitilo Tores, Comisionado del Coecillo, y J. Natividad López, inspector de Policía, traicionaron y mataron a los seis cristeros.
José Valencia Gallardo fue interpretado por Mario Álvarez; Chava hizo el papel de Ezequiel Gómez, Carlos Hernández interpretó a Salvador Vargas; Miguel Ángel Rocha interpretó a José Gasca, Israel Conchas encarnó a Nicolás Navarro, y Adán Guerrero representó a Agustín Ríos.
El resto del elenco estuvo compuesto por: Socorro Méndez, quien interpretó a María Soledad; Miguel Aguilar, que interpretó al juez; Emilio, quien hizo el papel de inspector; y los policías 1, 2 y 3 fueron interpretados por Javier Álvarez, Gerardo Rocha y Paz, respectivamente. Israel Conchas interpretó al Niño Llorón, mientras que el hijo de Soledad fue interpretado por Carlo de María. El narrador fue Mario Álvarez, quien recibió aplausos al final.
Carlos Hernández Prado recitó el poema ‘¡Adiós!’ del reverendo padre jesuita Julio Vértiz, dedicado al padre Bernardo Bergoen.
Entre los sacerdotes que acudieron donde mataron a los seis cristeros estuvieron: padre Tomás, Clemente Prado, Juan Antonio Lozano, Silverio Chávez y Luis Rodríguez.
Se rezó la oración a Cristo Rey por la Paz, y minutos antes de las 11, se agradeció a los asistentes. La modificación y adecuación del lugar estuvo a cargo del Instituto Municipal de Planeación (Implan). Al final, se ofreció atolito, y se acordó “hasta el próximo año”, aunque no se descartan sorpresas.
AM
