Irapuato, Guanajuato.- Por primera vez en más de 60 años, la celebración en el Templo de Santa Anita fue suspendida. Vecinos y participantes en la celebración señalan que la suspensión se debe a una solicitud del Gobierno de Irapuato a la parroquia para contratar seguridad privada para la fiesta patronal.
El 26 de julio de cada año, el Barrio de Santa Anita, ubicado al oeste de la zona centro de Irapuato, celebra a la virgen de Santa Ana con una verbena popular en el atrio del templo y en la calle Sostenes Rocha.
Fue en la tarde, nos dijo el padre, que le marcaron antes de las dos de la tarde (de este 26 de julio) para decirle que debía contratar seguridad privada, pero eso es muy costoso, aquí no sacamos tanto dinero para eso, y estamos en cierta manera muy tristes, porque es la primera vez que se suspende la fiesta”, comentó la señora María Aguirre, quien participa desde hace años en el comité de celebración de la fiesta de Santa Anita.
Durante la tarde, el Templo de Santa Anita registró poca afluencia. Los juegos mecánicos lucían desiertos y los puestos de venta de comida no se instalaron.

“A esta hora (cerca de las 6 de la tarde) aquí, cada año, ya había muchísima gente, las personas salían de trabajar y se venían a comer aquí, ahorita está todo solo, y lo que nos dijo el padre que esto de no permitir la fiesta es por inseguridad, y que solamente con seguridad privada se iba a dejar, pero pagar, creo eran 18 o 21 mil pesos por 10 elemento, de dónde, mejor la presidencia debería apoyar, con dejar una caseta aquí y dos policías que cuiden, porqué entonces de qué sirven los impuestos”, comentó la señora Patricia García, quien apoya cada año en la celebración de la fiesta de Santa Anita.

Una banda de viento se presentó en el Templo de Santa Anita, pero no hubo castillo pirotécnico ni venta de antojitos. La escasa asistencia de personas al lugar generó decepción entre creyentes y algunos comerciantes, quienes expresaron su sentir ante el requerimiento municipal de contratar seguridad privada para la realización de la fiesta patronal.
Está feo porque uno también paga un permiso en (la dirección de) Mercados, y si no hay gente, pues es una inversión que hicimos y no recuperamos, porque para que prende uno un juego (mecánico) sino hay gente, eso también nos hubieran dicho que no se va hacer la fiesta, y uno ve si viene o no”, señaló el señor Juan, encargado de un juego mecánico instalado en la calle Sostenes Rocha.
El comerciante agregó que, una vez instalados, también se les solicitó un pago adicional para su propia seguridad, con costos que oscilaban entre los 500 y 1,300 pesos por hora por elemento.

“Al padre del templo creo le pidieron 18 mil pesos por seguridad privada, y a nosotros nos dieron que teníamos que juntar entre todos 500 pesos por hora por elemento sin arma, y si queríamos un policía armado debíamos pagar mil 300 pesos por hora, con esos precios no conviene, no sacamos nada”, explicó el señor Juan.
Comerciantes y fieles manifestaron su decepción ante la cancelación de la fiesta, con más de 60 años de historia, por el requerimiento de seguridad privada.
DAR
