Salamanca, Guanajuato.- Al conmemorarse el Día Mundial del Medio Ambiente (5 de junio) integrantes del bloque ambientalista de Salamanca consideraron que a nivel local no hay ningún motivo de celebración, por el contrario, dijeron que se debe hacer conciencia sobre el desinterés de autoridades gubernamentales y la apatía ciudadana que no exige que se atiendan los conflictos medioambientales que durante décadas han afectado al municipio.
Joel Berlín Izaguirre, presidente del Patronato para el Monitoreo de la Calidad del Aire en Salamanca, argumentó que, por la necesidad de empleo, la ciudadanía se acostumbró a priorizar la actividad industrial por encima de la contaminación y el impacto ambiental.
“Los tres niveles de gobierno por sus pleitos de colores, no han puesto la atención debida y siguen muchas cosas pendientes. Lo peor es que la sociedad está muerta y los pocos que andamos metidos en esto del medio ambiente no tenemos realmente un impulso, hay población que se interesa, pero no se involucra”, sostuvo el presidente del Patronato para el Monitoreo de la Calidad del Aire.
Berlín Izaguirre comentó que la Planta Combinada de la Refinería Ingeniero Antonio M. Amor (RIAMA), que produce derivados primarios del petróleo, lleva meses emitiendo gases a la atmósfera de Salamanca sin que ninguna instancia gubernamental intervenga.

El ambientalista mencionó que la Comisión Federal de Electricidad ha implementado cambios en su sistema de operación que generan ciertos beneficios, sin embargo, enfatizó que mientras no haya conciencia y cultura de protección al medio ambiente, de nada sirven ideas sueltas y acciones aisladas.

Lugares contaminados en Salamanca
El tiradero tóxico del cerro de La Cruz, el afluente contaminado en el río Temascatío, los desechos de azufre que todavía hay en el predio de la extinta planta Tekchem y los olores que siguen emanando de ese sitio, refrendan a Salamanca como uno de los municipios más contaminados del país.
Desde hace 3 décadas, la empresa Químicos y Derivados de Salamanca (QUIDESA ) depositó en el cerro de La Cruz más de 40 mil toneladas de residuos contaminantes (lodos derivados del petróleo).
La planta Tekchem producía plaguicidas organofosforados y registró una explosión el 12 de septiembre del 2000, después del incidente la empresa dejó de operar y quedaron residuos contaminantes a cielo abierto generando afectaciones a gente que vive en zonas aledañas.

Durante casi 30 años, el río Temascatío ha sido contaminado con residuos de las empresas que operan en la Ciudad Industrial de Irapuato y eso genera molestias por malos olores a pobladores de por lo menos 10 comunidades rurales.
Estos espacios contaminados atentan contra la salud de gente que vive en colonias y comunidades como San Juan, La Cruz, Humanista 1, Los Prietos, El Cajón, Los Sotos, La Capilla, San Manuel, La Soledad, Los Ranchitos, Hacienda de Alonso, Panales, Montecillos y Casa Blanca, entre otras.

‘Nada que festejar en Salamanca’
“En el Día Mundial del Medio Ambiente a nivel global no hay nada que celebrar, a nivel continental y a nivel república tampoco, menos en Salamanca, una de las ciudades más contaminadas del país, donde la justicia ambiental no ha hecho presencia. Los gobiernos locales, estatales y federales no quieren hacer valer las leyes, los tratados, los convenios y protocolos”, aseveró Maura Vázquez Figueroa, integrante del bloque ambientalista de Salamanca.
“Hay graves problemas, hay lugares muy contaminados, en realidad no creo que haya motivo porque celebrar este día en Salamanca, los gobiernos siguen quedando a deber y hay apatía por parte de la ciudadanía”, señaló Fernando Vaca Amador, ambientalista que por más de 25 años ha pugnado por el saneamiento del cerro de La Cruz.
“No está todo solucionado ahí adentro de Tekchem, escarbaron y pusieron carpeta asfáltica, pero es mentira que ya esté saneado el lugar, tenemos el azufre a cielo abierto, si no se lo llevan, si no lo sacan de ahí, el azufre siempre va a generar olores (…) No podemos festejar el medio ambiente porque no hay quien se queje y así es muy difícil que la autoridad por sí sola nos voltee a ver”, Miguel Ángel Martínez, habitante de la colonia San Juan.

“Como ahorita, en tiempos de calor, se viene una pestilencia fea, huele como si estuvieran quemando llantas, hace unos 55 años el agua que corría estaba clara, pero digamos que de unos 25 o 30 años es pura contaminación la que arrastra el agua”, dijo Cayetano Prieto, poblador de la comunidad Loma de San Antonio que padece los olores que la contaminación del río Temascatío.
HLL
