Con información de: José T. Méndez Valadez
Irapuato, Guanajuato.- Luego de los homicidios donde están involucrados policías, el obispo de la Diócesis de Irapuato, Enrique Díaz Díaz, considera que se debe revisar e ir purificando de aquellas personas que se dedican al servicio de la comunidad.
Monseñor expresó que todas las personas están expuestas al mal y a cometer acciones malas y las autoridades o policías y ni los sacerdotes son la excepción.
Todos estamos expuestos al mal, todos estamos expuestos a cometer acciones malas, las autoridades, los policías, el sacerdote por desgracia también, todos estamos expuestos, que hayan sido un policía en estos casos de Juan David, ahora de este caso de Abasolo llama más la atención, porque estas personas que deberían cuidarnos son quienes más deberían de estar en mayor justicia, verdad y honradez y como que nos duele más y exigimos más”, dijo.
Señaló que se ha dicho mucho sobre el tema de los exámenes de control y confianza a los elementos de seguridad y también sobre la salud mental de cada uno de los servidores públicos.
“Ojalá que cada día se vaya purificando más tanto la Policía como todos los que de algún modo tenemos que ver en el servicio a la comunidad, maestros, sacerdotes, autoridades, porque si bien algún ciudadano común y corriente cometa un delito es grave, pero alguien que debe de cuidar de las sociedades es mucho más grave”, añadió.
Por lo que pidió que debe de haber más cuidado en el control y confianza de las policías porque llevan armas y la ciudadanía queda expuesto a ellos, por lo que se tiene que tener cuidado quienes entran a las corporaciones.
A veces van a la Policía como una forma solamente de trabajo, porque no hay tantas fuentes de trabajo y se contrata a alguien simplemente que desea trabajar y sin revisar bien su salud mental o su control y confianza”, indicó.
Esto luego del caso de la paramédica Estefany Judith, de Abasolo, quien desapareció y fue encontrada sin vida durante la semana, por lo que se detuvo a un policía como presunto responsable del hecho.
… Y Arzobispo de León advierte polarización
El arzobispo de León, Jaime Calderón Calderón, celebró 34 años de vida sacerdotal dando gracias, en la Basílica Catedral de León, donde pidió orar por las misiones y por una sociedad que no esté polarizada que solo divide y genera violencia.
“Estamos siendo como empujados en la sociedad actual y también por los discursos, a veces políticos, que nos van conduciendo a una compresión a veces polarizantes de la vida y de las personas: a veces se piensa ‘estos son buenos y estos son malos, estos son de un grupo y estos de otros’ y eso no abona a nada”, señaló el prelado.

En la Catedral Metropolitana estuvieron las reliquias del niño santo José Sánchez del Río, quien murió apuñalado a los 14 años gritando: “¡Viva Cristo Rey!”, a quien el Arzobispo mencionó como ejemplo de la niñez e infancia misionera.
Este domingo también fue la colecta para Cáritas, por lo que el arzobispo Jaime Calderón hizo un llamado a los fieles católicos a ayudar a los más pobres y desamparados, a ser personas caritativas y prestar servicio a los demás.
En su reflexión del Evangelio, que habla de las bienaventuranzas de los pobres, de los que sufren hambres e injusticias, recordó las palabras que maldicen al hombre que cree en el hombre mismo y bendito el que confía en el Señor.
La Iglesia también polariza
Reconoció que la Iglesia misma ha creado polarización al señalar que solo los pobres entrarán al reino de Dios y que lo que en realidad se refiere es a la pobreza espiritual de los que están alejados de Dios.
Así como el grupo de ricos y pobres; créanme que la Iglesia se ha metido un poco en esta mentalidad creando una grave polarización entre las personas de la misma Iglesia, entre los ricos y los pobres.
“Cuando el hombre tiende a confiar en sus capacidades, tiene la tentación de apartarse de Dios. Pero cuando el hombre cree que puede fincar su propia realización, su felicidad, en su propias capacidades será un fracaso”.
Señaló que el hombre que confía en la fuente de la vida, que es Dios, siempre florecerá, pero aquella persona que busca usurpar el lugar de Dios para colocarse en el centro terminará infecundo, en la esterilidad.
Ricos y pobres
Monseñor dijo que no es verdad que el rico sea malo y el pobre sea bueno: “Esa no es una ecuación correcta; puede ser que el rico tenga un buen corazón y que el pobre pueda tener una corazón endurecido, sin capacidad de obrar bien y de servir”.
El pastor de la Diócesis de León hizo un llamado a confiar en Dios, ya que el ser humano es quien coopera y se pone en servicio como instrumento del proyecto del Señor y no solo a buscar la riqueza material.
“El mundo nos quiere hacer pensar que el hombre en la medida que tiene más dinero va a ser más feliz y hay un depósito en el corazón humano de un deseo de poseer que le va a llevar a quitar los bienes a otras personas, inclusive a que haya un sed insaciable de riqueza, que piensa que con eso le alcanzará la felicidad”.
El Arzobispo añadió que todo mundo busca la felicidad, nadie quiere estar amargado y que en la Iglesia tienen cabida ricos y pobres, pues el centro de la riqueza es Dios, independientemente de su condición social, “pues una vida egoísta perecerá como una planta en el desierto.
“En el mundo de hoy se piensa que teniendo más riqueza y poder es feliz y el proyecto que presenta el Señor es totalmente contrario, porque en su palabra dice bienaventurados los pobres, lo que tienen hambre, los que lloran, los perseguidos”.
Y añade que “el rico sí tiene todo a lo que se puede aspirar, pero si no tiene a Dios no tiene nada y el pobre si no tiene a Dios será aún más pobre; la gran riqueza del hombre está en Dios. Bendito el hombre que confía en Dios, esa es la verdad fundamental”, finalizó.
JRL
