Guanajuato.- La imposición de cuotas al calzado chino fue recibida con esperanza por empresarios y fabricantes de San Francisco del Rincón, tras al menos tres años de crisis en la industria zapatera.
“Estamos casi en menos del 50% de productividad”
“Estamos así, casi en menos del 50% de productividad debido a todo ese asunto”, expresó Rodolfo Carmona, vicepresidente de la Asociación de Empresarios del Rincón.

Agregó que la unión del gremio fue clave: “La Cámara del Calzado del Estado, la de Jalisco, nosotros, entre otras… creo que todos unidos estamos haciendo ver al gobierno que están afectando a la industria del calzado y no nada más del calzado, casi a todas las industrias”.
Carmona criticó además a grandes comercializadores: “Una de las empresas que más estaba participando era Price Shoes, y lo digo abiertamente porque ya salió en la noticia”.
“La verdad estamos muy contentos”
“La verdad estamos muy contentos, es algo por lo que estuvimos luchando casi tres años”, señaló José Luis León García, empresario y dirigente de La Voz del Pueblo.

Explicó que antes de la pandemia San Francisco era un núcleo productivo de primer nivel: “Empresas como Price, Andrea, o Tres Hermanos daban maquila aquí. Había fábricas que hacían hasta 120 mil pares mensuales. Hoy hay empresas que apenas fabrican 1,500 pares”. “Un amigo empresario que todos aquí conocen tenía 300 empleados. Hoy tiene 17. Es una tragedia silenciosa”, relató.
“Es un aliento favorable, pero no es todo”
El ex presidente municipal y empresario de calzado tenis y botas, Javier Casillas Saldaña, también valoró positivamente la resolución, aunque con matices importantes.
“No es todo lo que ocupamos en el sector, hay muchas cosas en contra; sin embargo, esto genera un aliento favorable porque estábamos muy golpeados, muy lastimados, y creo que es la oportunidad para tener un piso parejo”, afirmó.
Sin embargo, advirtió que también se requieren otros apoyos: “El incremento al salario mínimo ha sido determinante, pero también ha hecho más caras nuestras cargas sociales. Un subsidio directo a los generadores de empleo sería una medida muy necesaria”.
Además, subrayó la necesidad de modernizar al sector.
“El tiempo cambió. Necesitamos actualizarnos, innovar, mejorar procesos y adaptarnos a nuevas formas de consumo. Eso requiere preparación, nueva tecnología y visión”.
¿Solución definitiva? Aún no
Aunque la imposición de cuotas es vista como un paso importante, los tres entrevistados coinciden en que no es suficiente. El contrabando sigue representando una amenaza seria.
Los empresarios del calzado resaltan que seguirán exigiendo controles más estrictos en aduanas y esperan que los grandes distribuidores regresen a la manufactura nacional, en concreto a la de ciudades como San Francisco, Purísima y León.
“Falta meter y apretar los tornillos, pero fuerte. Se nos habla de que ya está la Guardia Nacional tomando los puertos, pero pues igual pueden ser susceptibles a sobornos, a ser desleales en sus tareas. Entonces ahí también falta que se apriete, que digamos que un contenedor que dice telas no venga con otro tipo de productos. Es un tema que ya roza lo penal. No basta con poner cuotas si los contenedores entran disfrazados de otra cosa. Eso debe vigilarse con rigor”, mencionó Javier Casillas.
No podemos olvidar el problema de las aduanas. Ha entrado muchísimo contrabando de calzado chino, G5 le llaman. Llega a precios demasiado bajos y desplaza a las marcas mexicanas”, señaló León García.
“Un posible nuevo comienzo”
Coinciden en que, con estas nuevas reglas, los comercializadores podrían regresar a consumir producto nacional. Los distribuidores son comerciantes, necesitan calzado para ofrecer al mercado. Pero pagando el arancel, ya no les va a ser negocio traerlo de China.
“Ahora, comprar nacional les saldrá mejor. Tenemos fe y esperanza en Dios de que esto empiece a repuntar. Esta medida es definitiva, por lo menos lo que resta del sexenio, y eso da cierta estabilidad”, aseguró León García.
Aseguran que la industria no está salvada, pero por primera vez en años, vuelve a ver una luz al final del túnel.
“Los importadores deben de tener inventarios muy altos y va a tardar tiempo en poderse desplazar para que genere nuevos pedidos a la industria mexicana o buscar nuevas maquilas. Todo ese proceso va a tardar un poquito, pero de entrada creo que visualizamos un buen cierre 2025”, finalizó Javier Casillas.
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