Ante el incremento de la incidencia delictiva en el estado, especialmente durante julio pasado, el gobernador Julio Menchaca descartó que exista una crisis de seguridad en la entidad.
Adelantó que las cifras oficiales serán precisadas en la reunión del gabinete de seguridad de esta tarde, pero aseveró que su administración no evade la gravedad de los hechos.
Ha sido una constante en el territorio nacional y nuestra entidad no es ajena. Toda la fuerza del Estado está enfocada en inhibir el crimen. No puede pensarse que es apatía o falta de valor de los cuerpos de seguridad”.
HUACHICOLEO, EL FOCO ROJO
Sobre la situación en la región de Tula, donde continúan los reportes de robo de hidrocarburo y enfrentamientos entre grupos, el mandatario admitió que el problema se ha consolidado a lo largo del tiempo y alcanzó un nivel de organización que incluso involucró a comunidades.
No me gusta decir crimen organizado porque es darles una categoría que no merecen, pero lo ilícito se socializó y generó recursos para personas con necesidad. Eso ha fortalecido esta actividad”.
Pese a los hechos violentos, Menchaca insistió en que no se trata de una crisis, sino de una “alerta amarilla” que mantiene a las corporaciones estatales y federales en operación permanente.
REFUERZOS Y COORDINACIÓN
El gobernador informó que se mantiene la coordinación con la Secretaría de la Defensa Nacional y la Guardia Nacional para reforzar la presencia de elementos en la zona. No obstante, aclaró que no se trata de un cambio de estrategia, sino de un “respiro para seguir dando con todo contra la delincuencia”.
“La fuerza del Estado es muy superior a los bajos intereses de la delincuencia. Aquí lo que no vamos a hacer nunca es darnos por vencidos”, remarcó.
