Los gobiernos federal y estatal alistan el arranque de la consulta pública para integrar el Plan de Justicia del Pueblo Otomí, proyecto que busca resarcir el abandono histórico y preservar las tradiciones, cultura y lengua de este pueblo originario del Valle del Mezquital.

Posterior al lunes cívico, Miguel Ángel Tello, titular de Planeación y Prospectiva, fue cuestionado sobre la asamblea informativa para el Plan de Justicia y confirmó que la consulta iniciará, tentativamente, en agosto y concluirá en 2026.

Explicó que la organización y logística estarán a cargo del Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI) en coordinación con la Comisión Estatal de Pueblos Indígenas.

Agregó que la propuesta surge desde el gobierno del presidente López Obrador con el objetivo de saldar la deuda histórica con los pueblos originarios.

“Queremos que se construya en conjunto con las comunidades, no solo para atender necesidades económicas, sino culturales y biológicas”, añadió.

PRESERVAR LENGUA Y CULTURA

Recalcó que uno de los objetivos principales es frenar la pérdida de la lengua hñähñu, hablada mayoritariamente por el pueblo otomí.

Hidalgo es el estado con más hablantes de esta lengua, pero la mayoría no sabe leerla ni escribirla, advirtió el secretario.

“El plan busca que no se pierda la lengua, que se mantengan vivas las tradiciones y que se mejore la infraestructura de las comunidades”, apuntó.

CONSULTA CON ACUERDOS FIRMADOS

El funcionario mencionó que tras la consulta los acuerdos que se alcancen serán firmados por la presidenta de la República y el gobernador del estado.

Los recursos para esta etapa ya están disponibles, pero la programación presupuestaria dependerá de los resultados del proceso.

TECNIFICACIÓN EN EL VALLE DEL MEZQUITAL

Además, el secretario detalló que en paralelo se lleva a cabo el programa de tecnificación agrícola en el Valle del Mezquital, que beneficia a cerca de 80 mil productores

Actualmente se trabaja con 70 a 80 parcelas demostrativas, donde empresas locales han invertido sus propios recursos para introducir nuevas tecnologías de riego.

“El objetivo es reducir el tiempo y el consumo de agua. Algunas parcelas que antes requerían ocho a 10 horas de riego, ahora lo hacen en tres o cuatro horas”, explicó.

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