La reciente ejecución de una perrita comunitaria en Villa de Tezontepec expone una realidad que va más allá de la crueldad hacia los animales: la violencia contra seres vivos sin voz se está convirtiendo en algo común de ver en el día a día, en distintos puntos de Hidalgo.

Así lo puntualizó Alba Luisa Jiménez, presidenta de la organización La Jauría de Balú, sobre los hechos dados a conocer la mañana de ayer miércoles, cuando un hombre armado disparó contra varios perros, provocando la muerte inmediata de una hembra de año y medio.

Recalcó que ese hecho no debe ser admitido y agregó que hace apenas unas semanas arrojaron cachorros desde una camioneta, y en diciembre hubo envenenamientos masivos. “Esto no es nuevo, es un patrón”, declaró en entrevista exclusiva para AM Hidalgo.

Dijo que la omisión de las autoridades municipales para detener la violencia preocupa a quienes han documentado estos incidentes.

No hubo refuerzos policiales, no pidieron apoyo para ubicar al responsable. Y sin protocolos, esto queda impune”, lamentó.

FALTAN NORMATIVAS EN MUNICIPIOS

La falta de reglamentos de bienestar animal en municipios como Villa de Tezontepec, permite que la violencia se repita, sin mecanismos legales que sancionen, comentó.

Además de las agresiones directas, la activista señaló otras prácticas normalizadas: “En fiestas patronales azotan gallos vivos, arrancan cabezas, jalan la cola de toros… La violencia es celebrada públicamente”.

Para la activista, estos actos reflejan un “tejido social roto” que afecta tanto a animales como a personas.

Aun con una ley estatal vigente desde 2006 y reformas recientes que reconocen a los animales como seres sintientes, la aplicación local sigue pendiente.

La activista advirtió:

Si no se toman medidas, la violencia escalará. Donde se maltrata a un animal, puede haber crímenes peores”.

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