El presidente del Senado, Gerardo Fernández Noroña, aseguró que las desapariciones forzadas no forman parte de una política del Estado mexicano y rechazó que el actual gobierno federal practique este tipo de delitos de manera institucionalizada, como ocurrió en sexenios anteriores.
Durante su visita a Hidalgo, el legislador afirmó que, si bien existen casos de personas desaparecidas, es irresponsable y doloso afirmar que el Estado actual incurre en desapariciones forzadas, es decir, aquellas ejecutadas directamente por autoridades con fines de persecución o represión.
“Rechazo tajantemente que haya una instrucción o política pública del gobierno federal para desaparecer personas. Entendemos el dolor de las familias y estamos abiertos al diálogo, pero no podemos permitir que la derecha utilice ese sufrimiento para golpear políticamente al movimiento”, declaró.
Sobre el caso del rancho de Juchitlán, en Jalisco, presuntamente identificado como un centro de reclutamiento y lugar de desapariciones, el senador pidió no hacer afirmaciones que, sin sustento, busquen equiparar ese sitio con un campo de concentración o lugar sistemático de exterminio.
“No es lo mismo un lugar donde hubo un hecho violento o incluso una desaparición, a un campo de concentración. Hay un mar de distancia. No se debe minimizar ningún caso, pero tampoco magnificar sin pruebas. Hasta ahora no hay evidencia que respalde esas comparaciones”, subrayó.
Noroña reiteró que el gobierno federal está comprometido con el diálogo con las madres buscadoras, y que la construcción del nuevo Tribunal de Disciplina Judicial buscará garantizar la actuación ética y justa de quienes imparten justicia, también en casos relacionados con desapariciones.
