La ceremonia religiosa en la que se canta el Himno Nacional Mexicano y se coloca una banda presidencial al Señor de Jalpan (Cristo crucificado) en el municipio de Ixmiquilpan, no vulnera el estado laico y la Ley sobre el Escudo, la Bandera y el Himno Nacional.
Así lo afirmó Ricardo Flores González, párroco del convento de San Miguel Arcángel, donde ayer el secretario municipal de Ixmiquilpan, Ignacio Lugo, en representación del edil Pascual Charrez Pedraza, y el obispo de Tula de Allende, Juan Pedro Juárez Meléndez, participaron en el controvertido ritual religioso.
“Efectivamente ha sido polémico este gesto, pero para nosotros es un hecho histórico que en mi vida como ciudadano mexicano en ninguna parte del país he visto el respeto que se le tiene a los signos patrios y al Himno Nacional como es en este recinto sacro”, expresó en entrevista.
Por el contrario, agregó que en otras celebraciones y lugares “se avientan botes de cerveza y hay mucho desorden y aquí en la celebración del Señor de Jalpan, no, hay mucho respeto”.
“En los últimos dos años se ha suscitado esta polémica y es porque antes no existían redes sociales; ahora, hay más difusión y alcance, una noticia le puede dar la vuelta al mundo en minutos y antes no, pasaban muchas cosas en los pueblos y no se sabía”.
Por ello, aseguró que no hay falta de respeto a los símbolos patrios, ya que en la celebración el acto de la embestidura no se mezcla con la misa: primero es el signo de la banda presidencial acompañada del Himno Nacional y la crónica histórica, posteriormente comienza la misa.
DESDE HACE 30 AÑOS, ALCALDES PONEN LA BANDA PRESIDENCIAL
Ricardo Flores señaló que la costumbre de que los alcaldes acudan al recinto religioso y participen en la investidura del Cristo de Jalpan tiene por lo menos 30 años de antigüedad, de acuerdo con sus dos antecesores.
Además, mencionó que el festejo que dura más de un mes es bien visto por la población de esa región de Hidalgo, en su mayoría indígenas hñähñus, pues es parte de su tradición e identidad.
