Desde el siglo XV aparecieron en el mundo los exlibris, los cuales se hicieron más comunes con la llegada de la imprenta, y aunque actualmente no son tan populares en México, es un arte que se niega a morir.
Pero, ¿qué es un exlibris?, al respecto, Francisco Daniel Quintanar Martínez, el ‘Alquimista de Exlibris’, comentó que son pequeñas impresiones que reflejan la apropiación de un libro.
Se colocan en la hoja primera del forro y no debe rebasar los 10×10 centímetros, además, debe contener la palabra exlibris, que proviene del latín y que significa “de los libros de”, por eso va a acompañado del nombre o iniciales del dueño de la colección.

“La idea es establecer que el dueño tiene una identidad con lo que lee y lo que es a partir de los libros”, comenta.
Desde hace 15 años, Quintanar Martínez se dedica a realizar exlibris para amigos, conocidos y algunos con los que no tiene cercanía pero que saben de su trabajo. Sin embargo, el poco interés por la lectura y el desconocimiento de los exlibris hace que no cualquiera posea uno.

En un comienzo, los exlibris eran escudos heráldicos a los que solo personas de la aristocracia, realeza y los altos mandos eclesiásticos tenían acceso.
Con la llegada de la imprenta y después de la revolución industrial, los exlibris comenzaron a incluir formas, figuras, frases, ideas que representen la personalidad o profesión de quién es dueño de la colección.
Actualmente, Francisco Daniel tiene una colección de 120 exlibris que se encuentran exhibidos en la Sala Histórica Quetzalcóatl, en el centro de Tula, por lo que no puedes perderte la oportunidad de conocerlos.
Algunos exlibris aportan un costo mayor al libro, sobre todo los históricos, dentro de los que se han encontrado exlibris de Benito Juárez, Abraham Lincoln, Hitler, Isabel I, Walt Disney y muchos otros.
Sin embargo, cualquiera puede tener su exlibris y para ello, esta tarde, Francisco Daniel ofrece un taller sobre grabado, el cual busca que cualquier persona pueda fabricar su propio exlibris.
