El rostro del hombre fue cubierto con una bolsa, después, en forma de Cristo le abrieron las piernas para darle toques eléctricos en los testículos hasta reventárselos, acusado de secuestro agravado y tentativa de homicidio calificado, de acuerdo con la Comisión de Derechos Humanos de Hidalgo (CDHEH).
Según la recomendación emitida por el organismo autónomo, los tres agentes de investigación responsabilizados de estos hechos actualmente están en funciones, como encargado de la unidad de delitos patrimoniales, jefe de grupo de la policía de investigación en Actopan y otro más en Tulancingo.
En tanto, el hombre está recluido en el Centro de Reinserción Social de Pachuca luego de ser detenido en abril de 2014 y tres años después inició la queja ante la comisión de derechos humanos, la cual el viernes pasado recomendó a la Procuraduría General de Justicia de Hidalgo iniciar procedimientos contra los servidores públicos señalados.
Además de dar cumplimiento a la reparación integral del daño, por las violaciones a los derechos humanos que sufrió el hombre.
RELATO
El 24 de abril de 2014, aproximadamente a las 13:00 horas, cuando el hombre iba a bordo de su camioneta a la altura del Arenal, fue intervenido por dos agentes de investigación.
Lo bajaron del vehículo, esposaron, patearon y luego lo subieron a una camioneta perteneciente a la policía estatal donde venían también tres agentes más. Entre todos lo patearon.
Después lo llevaron a Pachuca. Lo arrojaron al suelo, le pusieron una bolsa en la cabeza tratando de asfixiarlo. Ordenaron que se parara porque había llegado el comandante y lo empezaron a patear. Debía firmar un documento o de lo contrario lo pagaría su familia.
Le echaron agua en la cara. Se desmayó. Despertó con alcohol y lo colocaron en forma de Cristo; entre dos personas lo tomaron por los brazos y le abrieron las piernas colocándole un cable en los testículos, dándole toques eléctricos, reventándolos.
A la par, le pidieron el número telefónico de su esposa. Agregó que por la noche lo llevaron a la procuraduría y al día siguiente se presentó un comandante quien no le proporcionó su nombre, pero que al ver su rostro hinchado y la sangre que corría en medio de su pantalón lo envió al Hospital General de Pachuca.
En el hospital le indicaron que tenía las costillas fracturadas, los testículos reventados y un esguince cervical que requería collarín, después lo regresaron a la procuraduría y ahí le dieron un documento para que lo firmara mostrándole un celular que contenía una fotografía de su esposa e hijo.
Firmó un documento cuyo contenido adujo no podía precisar; dos horas más tarde fue presentado ante el Ministerio Público, sin la asistencia de un abogado.
Al aplicar el protocolo de Estambul, la comisión determinó que existen elementos para establecer que el hombre sufrió contusiones, asfixia con métodos húmedos, aplicación de descargas eléctricas y posturas forzadas.
