Juan Mendoza Chávez, de 87 años de edad, originario de Palmillas, en Mixquiahuala, pensó que el granizo que cayó el martes por la tarde acababa con sus dos hectáreas de siembra de maíz en Cinta Larga.
“Estábamos en la casa en Palmillas cuando empezó a granizar, le pedimos a Dios que nos dejara para un pancito o para la medicina. Nos dio miedo porque eran granizos hasta del tamaño de un huevo de gallina.”

“En nuestra mente la idea fue, si granizó en Cinta Larga se acabó el maíz”, contó Mendoza Chávez a AM Hidalgo
Al llegar este miércoles a su milpa y ver que el maíz la había librado, la felicidad volvió a su rostro y al de su esposa Teresa Bautista Martínez.
“Nos dio alegría ver que el maíz estaba bien, esperemos que en la próximas lluvias aguante”, dijo el agricultor.
Sería hasta septiembre cuando don Juan reciba dividendos por su trabajo, pero al ser un proceso largo, hay que estar al pendiente del clima.
Su esposa de 77 años de edad también agradeció que todavía tengan una esperanza de generar ingresos este año.
“Gracias a Dios todavía está el maíz, lo que perdimos fue nuestra sombra, el árbol donde veníamos a comer se cayó y eso que estaba grueso”, dijo Doña Teresa.
Las ganancias del señor Mendoza dependen del precio de la venta del maíz, y espera que en 2018 le alcancen para comer y subsistir.
