Una guitarra y la voz de una persona son elementos suficientes para voltear la cabeza a la mitad de la Plaza Juárez de la Bella Airosa, escuchar atentamente y fijar la mirada en su acto musical.
Son dos jóvenes, que en su tiempo libre cantan en los parques de Pachuca y Real del Monte. ¿El motivo? … por el puro gusto de por compartir sus melodías con las personas que se pasean por las plazas públicas.

Ella es Ximena Benítez Domínguez, que acompaña su atuendo negro con una gorra gris, en el cuello, porta una pequeña figurilla que hace alusión a las notas musicales que desde hace un año estudia en el Instituto de Artes (IDA).
A pesar del clima y los rayos del sol que inciden en la piel, su compañero Óscar Amador Hernández Mejía viste una sudadera azul, entre las manos carga su guitarra y en el momento menos esperado lanza la primer nota musical que armoniza con la voz de Ximena.

Ellos no piden ningún tipo de gratificación, solo que los escuchen, pero mientras algunas personas detienen su camino para escucharlos durante unos minutos, otros se pasan de largo.
“La música es un lenguaje que siempre se hablará en todos lados, siempre va a existir un espacio para la música”, dijo Ximena, luego de contar que actualmente estudia corno francés, pero su capacidad musical le permite tocar otros instrumentos como el piano, ukelele y batería.
Mientras que Oscar, a sus 21 años, dijo que aspira formar parte de un grupo musical de salsa, “aquí en Pachuca hay personas que son muy talentosas pero no se les brindan apoyo para que se den a conocer”.
Al finalizar, los estudiantes de música relataron que no necesitan gratificaciones para expresar sus gustos musicales, y aunque contaron ser invitados para amenizar cafeterías en el Real del Monte, no aceptan por sus actividades escolares.
