Los magueyes y los nopales; así como el cultivo del maíz, y el verdor de sus paísajes, caracterizan a Hidalgo. Un estado que posee una gastronomía extensa rica en maíz, hierbas diversas y carne.
Foto: Víctor Galván
Ubicado al centro de México, el estado de Hidalgo fue permeado por tres importantes culturas madres de Mesoamérica: otomíes, teotihuacanos y aztecas. Dentro de la base alimenticia se encontraban productos del campo o de temporada como se les llama actualmente, la extracción de la proteína alta era a través de insectos como los gusanos blancos, rojos, xowes, hueva de la hormiga, acociles y de la parte vegetal el amaranto fungió como producto indispensable en la elaboración de la tortilla como complemento alimenticio debido a su alto nivel proteico y otro de sus usos era el dulce prehispánico de la región del Valle del Mezquital.

Foto: Víctor Galván
La fibra y vitaminas eran extraídas de manera silvestre, debido a que la agricultura se tenía en uso para el frijol, maíz, y amaranto. Dentro de las características de la cocina prehispánica resaltan los tipos de cocción a fuego directo como son a través del comal, asado, ahumado mismo que tenía la función de conservar los alimentos. En cuanto a la confitería, las mieles y piloncillos complementaban esta función para alargar la durabilidad de los alimentos

Foto: Víctor Galván
Durante la época colonial, dentro del bagaje cultural de ingredientes, platillos e intercambios entre España, Arabia y México, en este estado se expandió a través de los mestizos quienes fungían como charros, toreros, capataces y en algunas ocasiones allegados o parientes al señor hacendario, de esta parte se destaca la talavera colocada generalmente dentro de las cocinas y de las cúpulas de las capillas para reflejar la posición social y la capacidad de extraer productos provenientes del mundo de Medio Oriente.
En el siguiente video te mostramos una prueba de los diferentes platillos de esta tierra:
