Plaza Juárez fue lugar para el inicio de una gran fiesta en la que pobladores de 60 municipios inundaron con su música, colores y danzas tradicionales las calles del primer cuadro de la ciudad.
 

Pachuca unió las fiestas de todo el estado para formar un carnaval gigante en el que participaron más de dos mil 500 personas quienes ataviadas con sus trajes tradicionales llenaron de alegría las calles capitalinas.


 

Previo al inicio del desfile se podían degustar platillos típicos del estado, desde ximbo, zacahuil, barbacoa y carnitas, hasta pambazos, gorditas, tlacoyos, sopes, enchiladas y guajolotes en el pabellón artesanal. 
 

También había artesanías de madera, de lana, ropa bordada, licores y bebidas artesanales como pulque y aguardiente para los más valientes.

Por más de dos horas las calles del centro de la ciudad vieron desfilar a hidalguenses orgullosos de sus raíces que lucían los colores y atuendos más representativos de su lugar de origen.
 

Este gran carnaval fue tan solo un anticipo de lo que habrá en los municipios, cada uno con su sello particular, pero que a final de cuentas conforman la gran riqueza cultural e histórica de Hidalgo.

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