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Julio Menchaca recalcó que no habrá impunidad ante el asesinato del alcalde de Pisaflores, Miguel Bahena, e informó que el caso ya está en manos de la Procuraduría de Justicia estatal. El mandatario insistió en que la violencia no puede normalizarse y que su gobierno mantiene operativos permanentes junto con fuerzas federales. En medio de un panorama complejo, su mensaje subraya que la justicia y la seguridad siguen siendo prioridades.
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La Asociación de Alcaldes de Hidalgo se pronunció tras el asesinato del edil de Pisaflores, Miguel Bahena, y llamó a la unidad en torno al gobernador Julio Menchaca, quien impulsa una estrategia integral en materia de seguridad pública. En momentos difíciles como este, la coordinación entre los distintos niveles de gobierno es clave para fortalecer la prevención del delito y mantener la paz que la ciudadanía demanda.
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Ante la difícil situación que viven muchas familias por el paso del huracán Priscilla, la presidencia municipal de Tenango de Doria hizo un llamado oportuno que aplica en todo el estado: no permitir que los abusivos se aprovechen de la necesidad. Es importante estar atentos y denunciar cualquier intento de encarecer los productos básicos, porque la solidaridad no debe convertirse en negocio.
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En Ixmiquilpan el problema no fue el socavón, sino quién se atrevió a taparlo sin permiso. El alcalde Emanuel Hernández no perdió oportunidad para culpar a los transportistas que intentaron ayudar, aunque el hundimiento, según su propio informe, se originó por una mala ejecución del drenaje pluvial. Ironías del poder local: mientras unos ciudadanos tratan de resolver lo que el municipio no atendió a tiempo, la autoridad los regaña.
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La violencia no puede convertirse en parte del día a día en Hidalgo. Ya bastante enfrenta la ciudadanía con la delincuencia como para replicar esa conducta entre vecinos. El altercado en el fraccionamiento Colinas de Plata, donde un vigilante y un residente terminaron a golpes, muestra cómo la falta de diálogo y paciencia puede escalar innecesariamente. Resolver los desacuerdos con respeto debería ser la regla, no la excepción.