***
Cuando una trabajadora del propio gobierno tiene que recurrir a Facebook para pedir protección tras ser agredida dentro de la presidencia municipal, algo no está funcionando bien en San Salvador. Señalan que una denuncia contra la regidora de iniciales G.Z.C, ya fue presentada ante la Procuraduría, lo que debería encender todas las alertas institucionales, pero hasta ahora el silencio de las autoridades municipales es irónicamente estruendoso y preocupante. Ojalá que este caso no se archive bajo la alfombra habitual y sirva, al menos, para recordar que el poder público no debe ser un permiso para violentar impunemente.
***
Ya es hora de que entendamos que tirar basura en la calle no solo es una falta de respeto al espacio público, sino también una bomba de tiempo cada temporada de lluvias. Las recientes inundaciones en Pachuca lo dejaron claro: coladeras tapadas por desechos impiden el flujo del agua y terminan afectando a todos. Que ya vayan 16 personas sancionadas demuestra que la autoridad está actuando, pero también que la cultura ciudadana sigue en deuda. No se trata solo de evitar la multa, sino de dejar de sabotear la ciudad donde vivimos.
***
En el Tuzobús deja claro que no basta con tener cámaras y monitoreo constante si el personal en campo no cuenta con la capacitación necesaria para actuar con precisión. Una confusión como esta, que pudo escalar innecesariamente, evidencia fallas en la aplicación de protocolos y la falta de criterios claros para abordar a las y los usuarios. Aunque se agradece la disculpa pública, lo que realmente urge es un sistema que funcione sin tropiezos, donde la vigilancia no se traduzca en incomodidad para quienes sí cumplen las reglas.
***
Julio Menchaca no pierde el rumbo ni el tren. Al supervisar los avances del AIFA-Pachuca, demuestra que el desarrollo de Hidalgo va sobre vías firmes. Este tipo de proyectos no solo conectan territorios, también acercan oportunidades para muchas comunidades. Bien por seguir de cerca lo que promete ser un cambio de fondo para la movilidad regional.
***
El colmo: un taxista sin papeles en regla que, en lugar de enfrentar la multa, decide huir arrastrando a un inspector como si fuera escena de película. Afortunadamente, el servidor público está fuera de peligro, pero el incidente deja claro que además de operativos para ordenar el transporte: se necesita autoridad firme y operadores dispuestos a respetar la ley. Ojalá que al conductor fugitivo no le tome mucho tiempo entender que las reglas no son opcionales… y que la fuga no lleva a buen destino.
