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El gobierno de Hidalgo, con Julio Menchaca Salazar, no se detiene en el trabajo continuo por el bienestar de los hidalguenses, y aunque el presidente prometió apoyos en caminos rurales para la Huasteca, el gobernador se adelantó gestionando el apoyo para otras regiones, así ha logrado la rehabilitación de cien centros de salud, la inclusión de Hidalgo al IMSS Bienestar, la carretera Real del Monte-Huasca, el material donado por Pemex y más gestiones que aportan al crecimiento de Hidalgo. Hay que decirlo.
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Y mientras, en Pachuca, con su desgastado alcalde Sergio Baños, continúan los ‘circos mediáticos’, no hacía falta desperdiciar recursos en un ‘evento de renuncia’. Muy acusador él de las decisiones de la dirigencia nacional, el ahora expriista se muestra y expresa ante los medios con muecas de amenazas y expresiones retadoras, sobre el dirigente municipal de su expartido, cuando lo único que le interesa a la población son servicios públicos eficientes, seguridad, agua, de limpia y eso no lo cambia en nada su renuncia al tricolor, ni quién lo extrañe ahí.
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Las reacciones no se dejaron esperar por la secretaria general del PRI nacional, Carolina Viggiano, sobre las renuncias masivas en el partido de su natal estado, llamándoles “corruptos”, diciéndoles adiós con un: “el PRI se limpia, adiós a los corruptos y oportunistas”, tal vez no recuerde que esa estructura a la que califica de tal modo es de la que ella emana. ¿Le harán corto los iguales?
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Por otra parte, mientras se expresa de sus congéneres, Carolina Viggiano busca congratularse y tomar la bandera de Víctor Licona, ex dirigente sindical, acusando en redes las “injusticias” a los sindicalizados, sólo que una foto con falta de información no representa un apoyo para los trabajadores y así sus intentos de protagonismo, también pasan inadvertidos de este lado.
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La que se hizo que le hablaban del más allá con su renuncia al cargo fue la siempre desatinada secretaria del Bienestar Simey Olvera, quien parece que se aferrará al suelo; ah, no, al cargo, hasta que no le quede más que renunciar, si pretende contender por una senaduría o la alcaldía de su municipio, pero, si así es para todo, desde ya imagine usted sus motivos para permanecer al cargo, porque las campañas no son gratis.