Hay muchos factores que cometemos, que resultan como si nos metiéramos el pie solitos, aprender a identificarlos es apremiante para llevar una mejor calidad de vida, la cual todos merecemos.
El primero, es pensar en el futuro como si fuese a ser un caos y pensar en todo lo negativo, pues muchas de las cosas que pensamos, solo ocurren en nuestra imaginación.
Conocer a alguien y mirarlo con ojos de juicio en lugar de alegría o de asombro. Es una acción que desgasta tu alma y que por lo tanto, cargas.
Cuando le tiras tierra a alguien, tus manos son las que quedan sucias. Recuerda que la vida es un boomerang.
Creer que puedes pensar o sentir por las otras personas. Está claro que hay gente sensible, pero te puedes auto lastimar emocionalmente.
Sentir que todos te ofenden o atacan, cuando solo tú decides si lo tomas personal; ya que nadie es el centro del universo.
No ser paciente contigo mismo cuando de tus sueños o logros deseados se trata, si no te salen al primer intento recuerda el que persevera alcanza.
Dar por sentado que todo es aburrido y no disfrutar la gama de actividades y maravillas que nos ofrece la vida.
Pensar que todas las personas son iguales, cuando de maldad se trata, no dejes que la desconfianza empañe tu corazón, tomar medidas se vale. Ve paso a paso, pero no te amargues la existencia.
Si puedes ayudar a los demás, nunca dudes en hacerlo. Así como la vida pasa factura, la misma te da en abundancia cosas buenas.
Alégrate de los triunfos de los demás, no porque ellos los obtengan, sino porque tú eres merecedor de recibirlos también. Siempre, siempre alégrate.
No vivas con miedo, yo sé que muchas cosas nos dan miedo, arriésgate y hazlas, mientras no pongan en riesgo tu integridad. Da el paso, recuerda que a veces por miedo perdemos muchas cosas valiosas.
Vive siempre con fe y con esperanza, es el salvoconducto a vivir llenos de amor.
Se la mejor versión de ti.
La opinión expresada en esta columna es responsabilidad de su autor (a) y no necesariamente representa la postura de AM Hidalgo