Cuando se habla de discriminación por homofobia no siempre afecta sólo a personas de la diversidad sexual, la ignorancia, los prejuicios y el abuso de autoridad le quitaron la vida a José Eduardo a manos de elementos de la policía de Mérida y le fue negada atención médica por “aparentemente ser homosexual”.

El 21 de julio, José Eduardo fue detenido por policías de Mérida, su madre, la señora María ha dicho que su hijo iba a una entrevista de trabajo cuando fue interceptado. El joven de 23 años pudo contarle a su mamá que fue golpeado y violado en la patrulla y en la cárcel de los uniformados.

José había migrado de Veracruz a Mérida con la esperanza de tener una mejor vida, la señora María tuvo que conseguir dinero de emergencia para poder ir a sacar a su hijo de la cárcel y atenderlo médicamente, pues lo encontró gravemente herido.

La señora María llegó con su hijo al Hospital General Agustín O”Horán, en el que fue cuestionada su orientación sexual, pues de forma poco común les preguntaron si José era homosexual ¿Cuándo a alguien le habían preguntado su orientación sexual para recibir atención médica? El hijo de la señora María no era gay ¿en qué habría cambiado la situación si él hubiera declarado lo contrario?

Después de 14 días, el 3 de agosto José murió por Síndrome de Disfunción Orgánica Múltiple, en palabras simples: varios órganos dejaron de funcionar por la gravedad de los golpes recibidos. El abuso de poder de los elementos que detuvieron y violentaron a José terminó quitándole la vida.

Este caso llama la atención por la forma en que el hospital donde fue atendido José, pretendía discriminarlo por su orientación sexual, posiblemente a partir de prejuicios el personal quiso suponer que era gay, lo cual no tendría que cambiar en nada el servicio que debía recibir, sobre todo por la magnitud de sus heridas. Quizá también la agresión de violación llamó la atención al personal, dado que no esperarían que un hombre heterosexual pudiera ser víctima de abuso sexual.

Es lamentable que haya la posibilidad que lleguen a darle un trato diferente por no ser heterosexual, una persona no deja de ser menos humano por su apariencia u orientación sexual, pues una de las razones por las que fue detenido por la policía fue por parecer sospechoso. ¿Fue su color de piel? ¿su complexión delgada? Eso también es discriminación y no puede quedar impune. José Eduardo no creyó que en la calle su mayor peligro estaba en unos oficiales de policía que se supone dan seguridad a la sociedad.

Actualmente el caso sigue en investigación, la señora María no ha dejado de exigir justicia y afortunadamente ha logrado hacerse visible, en últimos días se supo de un acercamiento con el gobernador de Yucatán: Mauricio Vila Dosal, se espera que dicha reunión agilice las investigaciones y no se deje impune el homicidio de José Eduardo.

ACLARACIÓN                                                     
La opinión expresada en esta columna es responsabilidad de su autor (a) y no necesariamente representa la postura de AM Hidalgo.

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