A casi año y medio de la llegada del primer caso de COVID a México, y después de dos etapas álgidas de contagios, hoy estamos en el inicio de la llamada tercera ola.
En Europa, mucho se ha especulado sobre los contagios e inclusive los gobiernos han decretado medidas muy distintas entre ellos; así, Inglaterra, ante las críticas de celebrar la final del torneo de fútbol conocido como la Eurocopa, desafió a sus críticos y amplió el permiso para que en el mítico estadio de Wembley, recibiera a más aficionados de los programados en un inicio.
Por otra parte, las farmacéuticas libran una guerra de datos y estudios, procurando vender las vacunas, con “un mayor grado de eficacia”, y curioso el dato, los países de occidente, hacen desdén de las asiáticas.
Distintos especialistas, de organizaciones no gubernamentales y mundiales sin fines políticos o económicos, como la Organización Mundial de la Salud, han manifestado que lo peor que puede ocurrir a cualquier ser humano, es no gozar de la oportunidad de recibir una vacuna, sea del tipo y/o marca que sea.
Lo cierto es que existen distintos tipos de vacunas (ARN mensajero, vector viral replicante y no replicante), mismas que, ante enfermedad grave, han demostrado un 90% de eficacia.
También lo es que, ante las nuevas variantes, algunas de estas más agresivas (como la Delta, cuyo origen es la India), la eficacia disminuye hasta un 40%, y peor aún, no se cuenta con la información suficiente para afrontar el reto de la denominada tercera ola.
Mientras, en esta gran nación, los contagios, tan solo en los primeros quince días del mes de Julio, pasaron de los 6,081 a los 12,821, lo que significa que en pocos días se duplicaron.
Si sales a la calle, podrás ver mayor movilidad que inclusive meses anteriores, pareciera que la pandemia se terminó y que las noticias que escuchamos sobre contagios, son ecos de una historia de terror que quedó en el pasado.
Peor aún, los bares, cantinas y los llamados “antros”, reciben a jóvenes, quienes lejos de mostrar solidaridad y conciencia, participan en fiestas sin las medidas básicas de higiene, sin sana distancia y sin cubre bocas.
En otros casos, las vacaciones escolares han iniciado y pareciera que muchas familias elegirán los destinos turísticos de mayor afluencia, lo que podría, en un principio, no ser del todo malo, si se respetasen las medidas sanitarias, cosa que pocas ocasiones ocurre.
Por último, está el regreso a clases para el 30 de agosto, sin que tengamos la certeza de cuál será el panorama sanitario para esa fecha, pues más allá de prohibiciones gubernativas, está el comportamiento social.
En caso de no tomar seriedad en esto, estaremos afrontando una tragedia, de la que todos seremos responsables.
- Fb: Arturo Gb / Arturo Gil Borja
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Por hoy me despido, esperando tus comentarios.
Hasta la próxima.
La opinión expresada en esta columna es responsabilidad de su autor (a) y no necesariamente representa la postura de AM Hidalgo.
