Al igual que el Tuzobús durante sus inicios, la llamada modernización del transporte individual con taxímetros y aplicaciones móviles afectará el bolsillo de aquellas personas que a diario usan este servicio para cumplir con sus obligaciones cotidianas.
Ambos proyectos planeados en administraciones estatales diferentes, tienen en común la supuesta intención de brindar comodidad en los trayectos, acortar tiempos de traslado y disminuir costos, lo cual, dicta la experiencia, desafortunadamente no ha sucedido.
Basta recordar la inconformidad ciudadana que el inicio del Tuzobús provocó durante la administración de Francisco Olvera Ruiz, que trabó el flujo de las rutas alimentadoras, así como troncal, luego de las protestas de miles de usuarios contra este sistema de transporte.
La molestia de los habitantes de la zona metropolitana de Pachuca estaba más que justificada: horas de espera entre cada autobús, hacinamiento en los viajes y el incremento de pasaje al ser necesario transbordar en más de dos ocasiones para llegar a su destino final, desaparición del transporte tradicional y reconfiguración de líneas, detonaron el malestar social en aquella ocasión.
Muchos asistieron a esas marchas de protesta contra el entonces recién inaugurado Tuzobús en agosto de 2015. Había amas de casa, estudiantes, adultos mayores, trabajadores de oficina o de tiendas de autoservicio o meseros, todos con una exigencia: disminuir el costo del pasaje, tarifas preferentes para personas con capacidades diferentes y mejorar la calidad del servicio.
Inconformidad que derivó en detenciones de manifestantes y la sospecha de la presencia de grupos de choque para descalificar las protestas.
De cualquier forma, el movimiento ciudadano dio paso a que el Partido Revolucionario Institucional (PRI) perdiera, entre otros factores como un mal gobierno municipal en turno, la capital ante la panista Yolanda Tellería y que la actual administración estatal anunciara una reconfiguración del Tuzobús que actualmente no sabemos cómo va.
Guardando toda proporción con este antecedente, ayer los taxistas cerraron calles y bulevares de Pachuca, Mineral de la Reforma, Tula, Tepeji y Tezontepec de Aldama en protesta contra la modernización del servicio individual de transporte.
Después de varias horas de mantener bloqueadas las principales vías de comunicación en la zona metropolitana de Pachuca y Tula se retiraron como llegaron luego de pactar una reunión dentro de un mes para evaluar avances y afinar el programa de modernización. Solo eso.
Desde luego, los señalamientos que los taxistas fueron manipulados para protestar contra las autoridades estatales no se hicieron esperar, pero de ello, destacamos un punto: el costo que tendrá que pagar el usuario.
Si en un primer momento, el ciudadano pagaría un banderazo de 20 pesos más un kilómetro, y los siguientes tres de seis pesos cada uno, ahora, luego que autoridades modificaron, tendrá que desembolsar de entrada 38 pesos.
A final de cuentas, un incremento significativo para aquellas personas que tienen la necesidad de desplazarse en taxi para cubrir distancias menores de un kilómetro. En tanto, la empresa Sistemas Integrales de Movilidad Hidalgo, subsidiaria de Theos obtuvo la licitación para la instalación de los taxímetros.
La opinión expresada en esta columna es responsabilidad de su autor (a) y no necesariamente representa la postura de AM Hidalgo.
