Los papelitos de colores volaron empujados por el aire, mientras las sirenas de los vehículos de emergencia y el movimiento de las banderas blancas iniciaban en Huasca el operativo vacacional Semana Santa 2021, el pasado sábado.
El arribo de turistas con medidas sanitarias para la reactivación económica, se dijo durante el evento del gobierno estatal y federal, reunidos en un espacio donde, según las imágenes de la transmisión en vivo, era difícil conservar la sana distancia.
Ante la necesidad de recuperar el espacio público, regreso a una aparente normalidad, existe el peligro del relajamiento social entre la población que podría ocasionar un rebrote COVID-19 en Hidalgo.
Cierto que los mensajes del gobierno entre la población en general son limitados, pocos confían en sus autoridades ya que no permean las políticas encaminadas a cierto sector minoritario.
Pero en este momento es necesario fortalecer el mensaje de que la pandemia no ha concluido y el peligro continúa en las calles, para lo cual, dicho sea de paso, el evento del sábado anterior no contribuye en nada.
Ayer, el secretario de Salud, Alejandro Efraín Benítez Herrera, mandó la advertencia, un tanto escondida en un comunicado de prensa de la dependencia: debido a las fechas por venir, se espera un repunte de la pandemia de COVID-19 inclusive superior al pico máximo que se ha registrado.
Febrero es el mes con mayor número de contagios con 7 mil 72 casos confirmados y 833 defunciones. No obstante, enero fue más letal con mil 184 decesos, informó la reportera Lourdes Naranjo.
Descartar el cubrebocas e incumplir la sana distancia durante el periodo vacacional de Semana Santa, en medio de una jornada de vacunación que avanza lento, nos llevará a superar esos números.
Al corte del 16 de marzo, solo 18, de 84 municipios de Hidalgo, habían recibido la vacuna contra COVID-19 para aplicarla en los adultos mayores en una primera dosis y concluir durante abril con este sector de la población.
La pandemia sacó lo mejor y lo peor de nosotros. Desde aquellos vecinos que llevaron café a los adultos mayores que esperaban horas por su vacuna contra el coronavirus, hasta aquellas personas que aún lucran con la venta de oxígeno para pacientes COVID.
Perdura el cansancio después de un año de distanciamiento y desgaste. Familias perdieron uno o varios integrantes. Comercios cerraron. Trabajadores vieron disminuidos sus sueldos o se quedaron sin fuente de empleo. Todo, enmarcado por la indiferencia de aquellos que piensan que no pasa nada, que es una invención del gobierno.
Existe la posibilidad de un repunte de la pandemia de COVID-19 mucho más letal provocado por las vacaciones de Semana Santa. Corresponde a nosotros evitarlo.
La opinión expresada en esta columna es responsabilidad de su autor (a) y no necesariamente representa la postura de AM Hidalgo.
