El movernos de nuestro lugar de origen puede ser motivado por diversas razones, principalmente por seguridad o economía, no importa quien seas, cuando en tu sitio no encuentras sustento y tampoco tranquilidad, lo mejor que puedes hacer es buscar un nuevo comienzo, incluso a kilómetros de tu hogar. En el fenómeno de la migración participan adultos, niños, ancianos y a las características también se suman la orientación sexual y la identidad de género que, como el caso de las mujeres y los niños, les pone en un estado de vulnerabilidad alto.
Las casas del migrante, son espacios que ayudan a quienes transitan por las rutas de migración a través de un territorio, para que tomen fuerzas y puedan descansar y alimentarse, debido a que sus travesías son largas y llenas de carencias. Estos espacios seguros (no siempre para todas las personas), brindan un hospedaje incluso de horas, pero que fortalecen para el trayecto de días de quienes avanzan con la esperanza de vivir mejor que de donde provienen.
En Chihuahua lleva abierto desde 2018 el albergue Casa Grecia, fundado por la enfermera Grecia Herrera, quien había trabajado en otros albergues que eran asistidos por el gobierno municipal de Ciudad Juárez. Gracia fue testigo de la discriminación que sufrían los migrantes homosexuales y/o transexuales, por lo que decidió abrir un espacio en donde se procurara por todas las personas, sin importar su orientación sexual.
Por testimonios que compartió para el sitio Homosensual.com, le fue difícil encontrar un lugar en donde alojar a los migrantes, debido a que los arrendadores le negaban los inmuebles al enterarse de que darían atención a personas LGBT+. Después de varias mudanzas, Grecia logró establecer el albergue en una antigua fábrica de colchones. El lugar no recibe apoyos gubernamentales, ni tampoco recibe ayuda de asociaciones religiosas como otros albergues, los apoyos que llegan a dejar algunos migrantes es lo que permite el sustento del albergue, el cual ha dado hospicio a 796 personas en tres años de operaciones.
La gentileza, sensibilidad y caridad de personas como Grecia son un oasis en medio del desierto, no sólo del físico, sino también del emocional y social que viven las personas de la diversidad sexual que al igual que otros migrantes, sólo buscan un mejor sitio para vivir.
La opinión expresada en esta columna es responsabilidad de su autor (a) y no necesariamente representa la postura de AM Hidalgo.
