Como afortunadamente ocurre cada año desde hace ya varios, miles de mujeres marcharon en todo el país con exigencias muchas y urgentes: alto a la violencia machista y feminicida, despenalización del aborto, justicia para víctimas, localización de desaparecidas, entre otras. Para sorpresa mía, pues no esperaba notable convocatoria en Pachuca, se formó un considerable y sólido contingente que marchó desde el Monumento a la Mujer hasta la plaza Juárez, donde se encuentra el palacio de gobierno.
En el camino, manifestantes pachuqueñas rompieron vidrios en estaciones del Tuzobús, realizaron pintas en la fachada de La Villita contra el abuso sexual de menores y por la despenalización del aborto, se detuvieron también en la sede de Morena en la capital para enfatizar que “¡Un violador no será gobernador!”, y llegaron finalmente al inmueble del Poder Ejecutivo donde recordaron a mujeres víctimas de feminicidio y desaparición, para después descargar la inconformidad contenida contra los cristales en la entrada del edificio, mientras que en las paredes plasmaron demandas y reclamos.
“Esas no son las formas”, apresuraron a decir quienes reprueban las manifestaciones que terminan con letras verdes y moradas sobre vetustos bustos de personajes que olvidaron desde segundo de secundaria. Reprochan, entre otras cosas, el costo que les representa un montón de vidrios desperdigados en el suelo pues aseguran ser notables y disciplinados contribuyentes fiscales, por lo que no quieren ver que sus impuestos se ocupen en reparaciones que bien pudieron evitarse si las mujeres optaran por protestar en silencio y con las palabras por favor y gracias, para no incomodar a nadie.
Apenas unos minutos después de la manifestación, el Sistema Integrado de Transporte Masivo de Hidalgo (Sitmah), administradora del Tuzobús, estimó los daños derivados del 8M en aproximadamente un millón de pesos. La cifra levantó del sofá a más de uno: ¡Esto es inadmisible!, imagino que expresaron con gesto indignado al ver su dinero en pedacitos.
Bien conocido es el interés del mexicano por saber a dónde va a parar el dinero que reúne Hacienda con esmero, por ello asumo que la molestia por los daños que dejó este 8 de marzo es sentir frecuente en los contribuyentes, por ejemplo, al saber que el Congreso de Hidalgo emitió la licitación CELSH-LP-005-2021 para comprar artículos de cafetería indispensables en la labor legislativa, como galletas gourmet, nueces de la India y pistaches. Imposible es legislar sin botanas decentes (y costosas), se sabe.
El año pasado, la licitación para cubrir la misma imperiosa necesidad fue declarada desierta. ¿Cuánto del recaudo de contribuyentes irá a parar a los platos que acompañan café y refrescos? ¿Cuánto se gasta para el mismo rubro en otras instancias gubernamentales? ¿En cuánto nos salen los pistaches?
Además, como siempre es grande la preocupación por la infraestructura pública y su cuidado, es también de amplio dominio popular que el sistema Tuzobús recientemente adquirió un seguro para proteger la propiedad de todos los hidalguenses. Según el fallo de la licitación SITMAH/LPN/SA/IPRITC1ZMP/005/2020, este servicio fue contratado con Seguros Inbursa por 2.2 millones de pesos en cobertura amplia, que incluye vidrios rotos y hasta daños causado por rayos, por si un día Tlaloc se levanta de mal humor.
Y no vaya a ser que algún malintencionado interprete lo anterior como una carta blanca para el destrozo, pero es necesario señalar que los cristales del Tuzbús estarán bien reparados, nuevecitos y como si ahí no hubiese pasado nada en un par de semanas. Lo mismo ocurrirá con las paredes que hasta deslumbrarán de blancas. ¿Qué es lo que no vuelve jamás? La vida. El dolor y el llanto no son reembolsables a víctimas ni familias. Parafraseando a una muy querida amiga, es necesario que hoy y todos los días recordemos que piedras y vidrios NO SUFREN, pero las personas sí. Podríamos empezar a escuchar menos los vidrios rotos y más la exigencia de justicia de las víctimas.
La opinión expresada en esta columna es responsabilidad de su autor (a) y no necesariamente representa la postura de AM Hidalgo.
