Desconcierto, sufrimiento, obsesión, de la noche a la mañana todo puede cambiar, los planes, las cosas y la vida, la mente nos crea una perspectiva aparentemente real de lo que construimos para afrontar nuestro mundo, un consuelo, varias alternativas, muchas veces ante un shock creemos que un mensaje o llamada o una palabra cambiará el camino de las cosas, y nos permitirá lograr nuestro objetivo, el cual muy probablemente atente con la decisión de alguien más.

Todos hemos sido piedra en la vida de alguien, en ocasiones nos convertimos en cobardes, personas que no saben decir que no, egoístas que ven por si mismos ocultando a toda costa la verdad de nuestras intenciones,  manipulamos, engañamos e incluso utilizamos, con la única finalidad de estar cómodos, de tener beneficios, de satisfacernos, alentamos ilusiones, caemos por la enorme colina sin final  hasta el punto de perder la vida entera, de perdernos, nos gusta jugar, sentir adrenalina, sentirnos victoriosos, o simplemente lo hacemos en la inconciencia  de la soberbia y la autosatisfacción,  en otras ocasiones somos nosotros quien tropezamos con la piedra, es más común cuando venimos lastimados, cabizbajos, o después de una gran herida, nos convertimos en presa fácil, y construimos castillos de arena a partir de los demás, de una esperanza o de una ilusión, nos ponemos a prueba, de nuestra tolerancia, paciencia, y valor, nos obsesionamos y encaprichamos, somos capaces de justificar todo, de ver amor donde no lo hay, de sentir que el mundo falso es la única verdad, nos creemos lo que nos digan aún incluso cuando nos es evidente la mentira, y aún cuando el mundo entero se nos deshace entre las manos tenemos la esperanza que suceda un milagro, que quien nos hiere reaccione, o que en esta ocasión nos digan la verdad,  hilamos frases de consuelo y esperamos, nos sentamos a esperar, y se nos va la vida, ya sea como piedra o  tropezándote, el lugar depende de la perspectiva, de la necesidad, del vacío, de la herida, pero siempre de nuestra decisión.

Cuanta fantasía y complejidad, para algo que es simple, los actos, los pensamientos, los deseos, sentimientos y las palabras deben coincidir, aún en la ilusión de la felicidad entera, aún para ti mismo, nos encanta poner oídos sordos a lo evidente, ignoramos lo obvio,  dejamos de ver el panorama, y nos engañamos, pero el engaño siempre trae pérdida, y cuando somos necios la lección es más dolorosa, las pérdidas son más grandes e incluso puedes estancarte.

Cuando perdemos la perspectiva de nuestra propia vida, tenemos la capacidad de crear una verdad en nuestra mente y dejarnos engañar, nos convencemos de sentir, pensar y tener emociones que siendo honestos ni conocemos, actuamos un sinfín de situaciones, para que nos acepten, para complacer, y convencer.

Ya sea piedra o quien se tropieza, abre los ojos la verdad es tangible, y requiere acción, responsabilidad y compromiso, para que fluya, para que evolucione, para dejar atrás cualquiera de estos papeles y comenzar a vivir en otra dimensión con mayor claridad.

ACLARACIÓN                                                     
La opinión expresada en esta columna es responsabilidad de su autor (a) y no necesariamente representa la postura de AM Hidalgo.

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