Un día escuché que fuera a donde fuera debía dejar las cosas al menos igual que como las había encontrado, pero de ser posible lo dejara mejor y así debe ser para todo en la vida.
En ocasiones las lecciones no son fáciles de aprender, cuesta entender el porqué se deben hacer las cosas, porque respetar las reglas, porque se hacen las cosas de tal o cual manera.
Somos seres sociales por lo tanto no podemos solo pensar en nosotros mismos, si no en el bien común, en nuestro entorno, y quienes nos rodean.
Para ello es importante estar al pendiente, concentrarse, siiii el descuido provoca que en ocasiones sin pretenderlo, se cometan descuidos que afecten a los demás, dejemos de lado a quienes si pretenden dañar, que con toda alevosía dañan el entorno, quienes no respetan ni lo propio ni lo ajeno, aquellos que no entienden que una basura en la calle termina dañando a alguien más.
Volvamos a la teoría del caos, a darnos cuenta que un pequeño acto desemboca en diversas consecuencias, ahora imaginemos un mundo mejor, menos basura, menos caos, limpieza, un lugar donde existe el respeto, donde puedas confiar, lo peor del caso es que es fácil , depende de cada uno hacer su parte.
Basta con dejar las cosas al menos como las encontramos, pero si lo que quieres es un lugar que valga la pena rescatar, entonces lo que se requiere es ir mejorando las cosas a nuestro paso, empezar a pensar en los demás y estar atentos de las necesidades de nuestro entorno, lo mismo cuesta hacer las cosas mal que bien.
La opinión expresada en esta columna es responsabilidad de su autor (a) y no necesariamente representa la postura de AM Hidalgo.
