¿Alguna vez has imaginado a dos pandilleros como amantes secretos? Posiblemente es lo último que asocias en una persona que se dedica a causar horror en la sociedad salvadoreña. El documental IMPERDONABLE, es una producción cinematográfica bajo la dirección de la cineasta Marlén Viñayo, en el que muestra la historia de dos ex pandilleros que viven enamorados uno del otro.
El documental fue grabado en la cárcel de San Francisco Gotera en Mozarán, El Salvador, al oriente de la capital del país. La pieza de cine dura menos de 60 minutos, sin embargo, en ese tiempo refleja la complejidad y gravedad del problema de violencia que viven en el país centroamericano. Los protagonistas de la historia cuentan cómo fue su experiencia en la pandilla, uno de ellos relató uno de sus asesinatos más sangrientos, reconociendo que recordarlo le hace sentir mal por el grado de violencia que llegó a vivir.
Ambos ex miembros viven su romance, conscientes de la condena que pagan y arrepentidos de los actos que cometieron, pero con la esperanza de seguir adelante sabiendo que el uno por el otro se aman y luchan por mantenerse unidos, a pesar de no ser bien vistos por los otros reos, que también fueron pandilleros. A ese ambiente de discriminación se suman los mensajes homofóbicos que expresa el pastor cristiano que intenta brindarles una guía espiritual a los convictos.
Ambos descubrieron entre miradas lo que sentían, inclusive sabían que podían perder la vida por querer estar juntos, su mayor acto de amor fue besarse estando a pocos metros de la pandilla, consientes que, de ser descubiertos, sería el primero y último beso que se darían, pues les había tocado ver cómo a otros pandilleros los habían matado por ser homosexuales. Ante ese panorama, quizá lo mejor que les pasó hasta ese momento fue haber llegado a la cárcel, en donde por lo menos los dejan vivir juntos, acompañados de otros reos que también son homosexuales y por seguridad a su integridad los apartan del resto, ya que podrían ser violados.
El pastor los compara con animales, incluso dice que es un pecado mayor que haberle quitado la vida a alguien, es inaceptable ese tipo de mensajes. Por ello, uno de los amantes de esta historia, pidió su cambio de prisión, a uno donde no hubiera tanta influencia de la iglesia evangélica cristiana, pues lo condena doblemente, no sólo por sus crímenes, sino por amar de otra forma, lo único que ha hecho sin dolor y violencia.
El otro amante no buscó el traslado, a pesar de amar a su compañero de celda, prefiere que su madre no se entere que los trasladan por ser homosexual, pues en medio de la confusión en la que vive, él siente que amar a quien ama es un error y día a día intenta corregirlo, aunque nunca termina lográndolo, porque su orientación sexual no es una elección. Con ternura el preso que se queda alienta al otro a irse sin preocupación, aunque ambos se sienten tristes por saber que nunca se volverán a ver.
El documental es intenso, por las imágenes que muestran la precariedad con la que viven los presos, un infierno en la tierra, además de los testimonios que comparten sobre su vida en la pandilla, pero también es ajetreado el sentir la confusión y desesperación que viven los protagonistas por sentirse en peligro, por sentir que condenados por Dios y los que lo rodean, incluso expresando que sienten que si estuvieran en libertad quizá podrían vivir juntos sin tantos problemas.
IMPERDONABLE está calificada para competir en las nominaciones de los premios Oscar, ha ganado importantes premios en festivales de cine en Canadá, México y Holanda. Fue estrenado de manera virtual a través de la plataforma Vimeo el pasado 5 de febrero y se mantuvo en línea hasta el día 8 del mismo mes, por ahora no se puede ver, sin embargo, en cuanto haya oportunidad les invito a verlo, no es una historia de pandilleros, ni de homosexuales, como mencionó la directora; es una historia más de la humanidad.
La opinión expresada en esta columna es responsabilidad de su autor (a) y no necesariamente representa la postura de AM Hidalgo.
