Conforme adquirimos experiencia, nos introducimos más y más a un mundo de estrategias, lo cual se convierte en la herramienta primordial para unos, un mecanismo de chantajes y manipulaciones, que aumentan de nivel sin tope alguno, pero también en un juego constante de intercambio, de comercio y transacciones donde gana la partida el más experimentado jugador.
Existen personas que aprendieron probablemente desde pequeñas que la única manera de cumplir sus deseos y metas era por medio de estrategias, se veían planeando grandes escenarios en su cabeza que probablemente no llevarían a cabo nunca pero en donde definitivamente podían ganar, lograban ver a detalle la manera en que conseguirían cambiar el rumbo de las cosas, salir victoriosos, ser admirados por la persona deseada, o conseguir triunfar.
La estrategia por lo tanto se convirtió en el camino para planear los sucesos próximos a conveniencia, de tal manera que fueron perdiendo la naturalidad, quién de nosotros no tenemos amistades, familia o conocidos, personas que planean lo que van a decir, hacer o responder en determinada situación, y que muchas veces involucra la reacción de otros terceros, dando por hecho o asumiendo que los demás tienen la obligación de reaccionar de acuerdo a lo que pensamos debe ser, base inequívoca de la frustración.
No digo de ninguna manera que crear estrategias sea malo puesto que nos ayuda a planificar y ser organizados en cuanto a nuestra vida, sin embargo debe de tomarse en cuenta que existen personas que no son estrategas naturales, ese poco número de habitantes que va por la vida reaccionando naturalmente, siendo honestos con sus emociones y sentimientos, en ocasiones no midiendo las consecuencias de sus palabras, simplemente ahorrándose el camino.
Son personas que simplemente no entienden esos juegos de señales que buscan tal o cual reacción, te hablan si te quieren hablar, te buscan si eso desean, te dicen las cosas como son, no se esconden y no engañan, aunque en ocasiones sus acciones parezcan cínicas, y se desesperan cuando encuentran personas contrarias, aquellas que solo manejan mensajes ocultos, que son inconsistentes, que mienten o esconden, aquellos que van por la vida actuando un determinado papel, y que hacen todo con tal de no perder esa imagen.
Esas personas que cada vez son más, se han simplificado su vida pidiendo que el mundo sea más honesto, y créanme eso es lo que necesitamos, estamos rodeados de estrategias de ventas, de productos, de servicios, de amistad, de amor, de moda, de trabajo, estrategias planeadas para que hagamos lo que a los demás conviene, el problema es que nos desvirtuamos tanto, que hoy en día estamos acostumbrados a escuchar puras mentiras.
Ya no existe la palabra, ya nos acostumbramos a que la gente se comprometa con nosotros pero no cumpla, y estamos dejando de reaccionar, llegamos tarde, inventamos excusas, nos disculpamos, y es un circulo vicioso, si te da miedo perder a esa persona, al cliente, el ingreso o el trabajo, pues cuídalo y haz lo que debes, deja de estar jugándole a perder todo, se honesto, es mejor decir no, a inventar cuentos, ser directo a crear estrategias confusas y sobre todo aprender a distinguir lo que se quiere y desea.
La opinión expresada en esta columna es responsabilidad de su autor (a) y no necesariamente representa la postura de AM Hidalgo.
