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Culminamos uno de los años más complejos en la historia del país y vale la pena conocer datos duros, respecto de que respuesta dimos a los problemas que más afectan el diario vivir del mexicano. Al final del artículo de hoy, me permito compartir las fuentes de la información que aquí describo.

En materia de salud pública, y en un comparativo mundial, México no supo establecer políticas públicas y una comunicación efectiva con su población, tan es así que todos recordamos como a principios de abril del año próximo pasado, se nos decía que no nos quedáramos en casa, que nos diéramos besos y abrazos, no usar cubre bocas, entre otros consejos contrarios a lo que organismos de salud internacional dictaban, la consecuencia es ocupar el lugar 53 en efectividad en atención a la pandemia.

Sumemos que tenemos la letalidad más alta del mundo, pues el promedio de muertes para el resto de los países es de alrededor del 3.8% y nosotros tenemos el 10%; solo se practicaron 2 pruebas por cada millón de habitantes, cuando la Organización Mundial de Salud (OMS) recomendaba hacer el mayor número de éstas, lo que permitiría la atención oportuna de los pacientes; rebasamos el millón de contagios, y de las muertes que en un inicio se dijo tendríamos (alrededor de 3,000), ya rebasamos las 130,000.

En materia económica, la pobreza se triplicó; desafortunadamente hemos sido testigos del crecimiento de la misma durante los últimos 5 sexenios, pero comparando los últimos 12 años, en el 2008 la pobreza creció 3%, para el 2018 la misma tuvo un crecimiento acumulado del 52.4%, pero este 2020 llegamos al 61.4%.

Se priorizaron tres grandes obras y la consecuencia fue que el dinero destinado para obra pública disminuyera en los estados y regiones, peor aún, PEMEX acumuló entre 2019 y 2020, más de $950 mil millones de pesos en pérdidas, destinando gran parte de los impuestos de los ciudadanos para “revivir a un muerto”, dinero que pudo ser utilizado para apoyar a la micro y pequeña empresa.

La inversión y generación de empleos fue uno de los talones de Aquiles más importantes, pues se perdieron más de 555 mil empleos tan solo en el sector formal, perdiendo la confianza de inversionistas, tanto mexicanos como extranjeros, por lo cual salieron más de $368,000,608 millones de dólares, que pudieron generar empleos y repartición de riqueza.

Se logró, a finales de año, un incremento significativo, como nunca antes visto, en el salario mínimo, pero no se logró incrementar el ingreso real de la mayoría de los mexicanos, puesto que, el 64% de los ciudadanos, reciben en promedio hasta 2 salarios mínimos y tenemos a 34 millones de mexicanos sin una ocupación que le genere un ingreso.

El crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB), durante el 2019 tuvo acumulado un crecimiento CERO, pero para el 2020, cerramos con -8.6%, en otras palabras, en lugar de crecer, generar empleos, circulación de la riqueza, tuvimos una contracción que impacta en empleos perdidos y crecimiento de la pobreza.

En materia de combate a la corrupción, las leyes en la materia “ordenan” a los gobiernos a licitar la mayoría de obras, adquisiciones y arrendamientos, estableciendo un porcentaje mínimo para las adjudicaciones directas, sin embargo, el gobierno federal adjudicó más del 77% de las adquisiciones, licitando solamente el 16% y dejando en la opacidad el manejo del dinero público.

En seguridad pública, estamos reprobados, pues en el período 2012 2014, se cometieron 31,148 homicidios, mientras que en el mismo período del actual gobierno (2018 2020) se incrementaron a 53,745; la violencia contra mujeres en solo un año se potencializó, creciendo 15% los feminicidios, 5% los homicidios dolosos y 45% el acoso sexual.

En conclusión, fue uno de los peores años de la historia para nuestro querido México, y a dos años de gobierno, la curva de aprendizaje debe culminar, generando y ejecutando políticas públicas efectivas, más allá de discursos de divisionismo y odio.

Las fuentes de donde se obtuvo la información son Bloomberg, INEGI, Banco de México, CONEVAL, Pemex, INER, IMSS y el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública.  

Por hoy me despido, esperando tus comentarios.

Hasta la próxima.

ACLARACIÓN                                              
La opinión expresada en esta columna es responsabilidad de su autor (a) y no necesariamente representa la postura de AM Hidalgo.

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