Las ligas femeniles no cuentan con muchos reflectores que las sigan, por ejemplo en México, tiene poco tiempo que se estableció la liga a nivel nacional, incluso los salarios de las jugadoras es diferente en la mayoría de casos referente al de los jugadores de los equipos de la liga masculina. Sin embargo, esta semana, la liga femenil de Argentina ha dado mucho de que hablar por el caso de Mara Gómez.
Mara es una mujer trans argentina que desde enero de este año fue fichada en el equipo Villa san Carlos de la liga femenil de su país. Aunque su entrada fue a inicios del año, fue hasta noviembre que le fue autorizada la entrada a la cancha, tras diversas revisiones por parte de la Asociación de Fútbol Argentino, quien dio luz verde a su participación en los partidos.
La inserción de las mujeres trans en espacios femeninos constantemente causa controversia, como ha pasado en certámenes de belleza, podemos recordar el caso de la española Ángela Ponce que concursó en Miss Universo en 2018. En el deporte también se ha debatido al respecto, por considerar que una mujer trans podría tener ventajas físicas en comparación con las mujeres cisgénero.
La participación de Mara en el fútbol argentino es un precedente en el deporte en toda América Latina, una región altamente homofóbica y transfóbica, en donde el índice de crímenes de odio contra la comunidad transexual es de las más altas en todo el mundo. Además de ser una referencia a favor de las posibilidades que puede tener una mujer transexual en la vida laboral, dejando claro que la prostitución no es un camino obligado en la vida de una persona trans.
Las vidas de las personas trans debe ser respetada como la de todas las personas y merecen tener la oportunidad de desarrollarse en su vocación.
La opinión expresada en esta columna es responsabilidad de su autor (a) y no necesariamente representa la postura de AM Hidalgo.